La ONCE quiere gestionar los siete fielatos de las puertas de la muralla

M.C. / X. C. LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

La organización no tiene claro el uso, pero ofrece contribuir al mantenimiento

16 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Organización Nacional de Ciegos (ONCE) solicitó a la Xunta que le permita el acceso de sus vendedores a los siete antiguos fielatos de la muralla lucense. Se trata de los pequeños recintos que hay en diferentes puertas y que no tienen actualmente ningún tipo de uso. Antaño era el puesto que tenían los cobradores de los impuestos y arbitrios fijados para determinadas mercancías que entraban al centro de la ciudad para su posterior comercialización en mercados.

Como consecuencia de la petición formulada por escrito, un alto cargo de Patrimonio de la Xunta se desplazó en días pasados a la capital lucense para reunirse con una representación de la ONCE y efectuar una visita a todos estos puestos que llevan muchos años cerrados y sin ningún tipo de actividad. Es más, fuentes próximas a la Xunta explicaron que, en alguna ocasión, la puertas de alguno de estos fielatos apareció reventada y alguna persona se coló en el interior y aprovechó para dormir.

No hay, de momento, una respuesta por parte de la Xunta a la petición porque está pendiente de diversos informes, sin embargo todo apunta a que Cultura estaría interesada en permitir a la organización de ciegos el uso de las dependencias porque supondría el mantenimiento de los distintos recintos. Evitaría así deterioros y el tener que estar pendiente del buen estado de los mismos.

La ONCE no tiene decidido el uso que daría a los fielatos. Según la solicitud presentada, podría ser para el almacenaje de las mesas expositoras de los vendedores que despachan el cupón y otros sorteos e incluso para la colocación de diversa cartelería tanto de la entidad como también institucional. En definitiva, la organización, explicaba que la autorización supondría su contribución al mantenimiento de estos espacios.

Todo apunta a que la cesión de los espacios sería de forma gratuita por algún tiempo y una vez que se establezcan diversas condiciones en un convenio que firmarían ambas partes.

Actualmente se conservan fielatos en solo cinco puertas del monumento. Dos se encuentran en la Porta de Bispo Aguirre. Son quizás, los más interesantes a la hora de ser utilizados por encontrarse en pleno centro y, además, en una de las calles con más tránsito de la ciudad. Los otros dos se encuentran en la Porta do Teatro, pero este vial tiene menos concurrencia.

Hay tres puertas que disponen únicamente de un fielato. Son las de San Fernando, Nova y Campo Castelo que antaño daba salida a la prisión y también a los mercados que se celebraban en la zona.

Los locales podrían servir para guardar material que usan los vendedores del cupón

Otros modelos

En países avanzados, son las empresas sensibles, las que se ocupan de apadrinar o patrocinar algunos monumentos. Esa iniciativa comienza a caminar lentamente aquí. Es una buena solución para que los monumentos se mantengan en perfectas condiciones. En California, por ejemplo, hay empresas que pagan por ser promotoras de rutas panorámicas de algunas carreteras que, por su puesto, no tienen baches como aquí.

El de San Fernando sirvió para patrocinar el reclamo de «Y para comer, Lugo»

Uno de los primeros fielatos en tener un uso comercial o propagandístico fue el de la Porta de San Fernando. Fue dedicado a la promoción de la hostelería lucense y en concreto el reclamo de «Y para comer, Lugo».

La Asociación de Amigos de la Muralla recogió en su momento el testigo de unas propuestas del informe que estudió la Unesco y propició que los fielatos de las portas Nova, de San Fernando y Campo Castelo funcionaran como oficinas de turismo durante el verano de 2002.

Se calcula que por cada uno de ellos pasaron alrededor de 1.500 turistas, interesados en conocer cuestiones tan básicas como la ubicación de los posibles accesos a la construcción. Los puntos de información, al menos en el caso de San Fernando, funcionaron por lo menos hasta el año 2005, pero finalmente acabaron siendo desmantelados. Desde entonces no tuvieron gran uso, aunque alguno de ellos en alguna ocasión fue del interés de alguna asociación.