«Aquel año había que subir sí o sí», dicen miembros del Breogán en 1999

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Aseguran que 12 años fuera de la máxima categoría es un tiempo excesivo

12 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El último ascenso del Breogán a la liga ACB hace 19 años fue fruto del esfuerzo de muchas personas, algunas poco conocidas. Una parte de las que no estuvieron demasiado bajo la atención mediática, pero tuvieron un papel fundamental fueron el segundo entrenador Ángel Sevilla, el médico Miguel Giao, el gerente Miguel Granxeiro, el delegado Tito Real, el preparador físico Manuel Miranda, el fisioterapeuta Suso de la Torre o el jugador Valentín Ruano, aunque el papel de este último es más conocido por ser uno de los jugadores importantes en momentos clave. La Voz los reunió para que recordaran sus vivencias de hace casi dos décadas y, tras reconocer que les encantaba ser parte de la historia del Breo, también pidieron que no quedaran en el olvido otras personas del club que estuvieron más en la sombra como el ya fallecido Emilio de Diego o Chicho Ferreiro.

Mérito de todos

Lo primero que destacan es que el ascenso es un mérito de todos. «Un logro como subir a la ACB no es solo consecuencia del trabajo de unos pocos, en un club todos suman y todos tienen un papel relevante. Ese año gente que no está en primer plano supo estar a la altura en momentos cruciales de la temporada».

Un aspecto que consideran importante es que todos se conocían bien desde hace años y por lo tanto sabían muy bien lo que tenían que hacer. «Llevábamos bastante tiempo funcionando juntos y eso se nota. Además siempre tuvimos más que claro que era fundamental que remáramos todos en la misma dirección y así lo hicimos sin ningún tipo de fisuras».

Los integrantes de este grupo no alardean de su logro, pero tampoco ocultan que les hace ilusión haber conseguido este logro con el equipo de su ciudad y al que quieren. «Claro que es bonito ser historia del Breogán y nos encanta formar parte de ella. Siempre se recordará uno de los equipos que logró ascender a la máxima categoría del baloncesto español». 

Obligados a subir

Una de las premisas que no olvidan es que en la campaña 1998/99 ascender era una obligación. «¿Qué si había presión?. Aquella temporada había que ascender a la ACB sí o sí. Que nadie olvide que veníamos de perder en dos play offs consecutivos ante Cantabria y Fuenlabrada y que en aquel equipo se invirtió mucho dinero, por lo que había una gran presión».

La temporada no fue un camino de rosas, como recuerdan los protagonistas que la vivieron en primera persona. «Hubo momentos delicados, sobre todo cuando sufrió la lesión Santi Abad, el pilar del equipo cuando comenzó la temporada, que por fortuna se recuperó. Esas mismas dudas también hicieron que para el tramo final, sobre todo pensando en los play offs se fichara a James Donaldson, el jugador que nos hacía falta para afrontar los cruces con otros equipos muy poderosos en el juego interior».

Lo que todos desean es que el viernes el equipo logre el ascenso y dejen de ser los últimos integrantes del Breo que lograron subir a la ACB. «Este año toca y seguro que lo conseguirán. El Pazo volverá a vivir otra jornada histórica como la que nosotros disfrutamos hace casi 20 años y el Breo regresará a la ACB. Nosotros nunca olvidaremos ese día y siempre nos sentiremos parte de la historia del club».

Tardanza en subir

Lo que no logran entender demasiado bien es que el equipo tardara doce años en conseguir el ansiado ascenso. «Es demasiado tiempo y hay que considerar que ahora mismo en Lugo hay una generación que nunca vio al Breogán entre los mejores. Es evidente que algo no se hizo del todo bien en las últimas campañas para que se tardara tanto en lograr el objetivo que todos esperamos celebrar mañana».

El potencial de la plantilla de 1999 era enorme, según recuerdan. «Es verdad que era un plantillón, pero también lo es que se fue configurando a lo largo de la temporada. Partimos con un equipo muy bueno, que se fue mejorando hasta acabar con un equipazo».

Lo curioso es que desde el ascenso en el que fueron parte importante, ninguno tuvo una trayectoria larga en el club. Suso de la Torre ya anunció su marcha aquel año, con celebración especial con brindis incluida, y los restantes lo hicieron poco después. Lo que no han perdido es la excelente relación que mantenían antes, durante y después de elevar al equipo de su corazón al Olimpo de la ACB.