Belén Colomina: «No se necesitan padres perfectos, sino presentes»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

La integrante del equipo de Hermano Mayor departirá hoy en Lugo sobre «Mindfulness en familia»

06 abr 2018 . Actualizado a las 14:42 h.

Belén Colomina, psicóloga y psicoterapeuta individual y grupal, con 15 años de experiencia, estará hoy, a las ocho de la tarde, en Afundación. La integrante del equipo del programa Hermano Mayor, que trabajó con jóvenes en riesgo de exclusión, hablará en esta ocasión sobre mindfulness (una herramienta psicológica que se basa en la concentración y en la meditación) en el ámbito familiar, encaminado a la educación de los hijos.

-¿Qué transmitirá?

-Hablaré de qué es el mindfulness, sus beneficios y cómo se puede aplicar a la familia para una educación consciente. Los hijos no necesitan padres perfectos, sino presentes.

-¿No cree que es algo complicado en la actual sociedad?

-El día a día lleva a la vorágine del estrés, la ansiedad y a distanciar del presente. Dentro de nosotros hay una herramienta que nos permite dejar todo esto. Desconectar, entrar en casa y decir, ya no estoy en el trabajo. No se trata de cambiar la realidad, sino la forma de vida. No es tanto el tiempo en cantidad, sino en calidad, constructivo y con presencia. En muchos casos lo invertimos en interacciones negativas de las cosas que se hacen mal. Es posible pasar toda la tarde con los hijos en casa, pero tiempo efectivo, ninguno.

-¿Cómo hay que actuar?

-Es cuestión de pararnos, de estar juntos y compartir. El estrés es nuestro gran enemigo, al igual que las pantallas que son una trampa para la mente. Nos distancian y buscan la distracción inmediata, cuando sabemos que necesitamos perseverar para obtener resultados. Hay que educar en las nuevas tecnologías. Hay muchas familias que comen y cenan con los móviles. Es frecuente ver en los restaurantes a los niños delante de una tableta para que estén quietos. Con eso estamos evitando estar juntos.

-¿Cómo hay que regular el uso de los dispositivos electrónicos?

-Es necesario determinar en qué momento pueden estar conectados. Estudiando y haciendo los deberes no es el momento. No sirve como excusa que sin Internet no se pueden hacer consultas que se necesitan para las tareas. Esto provoca que la mente salte de estímulo en estímulo y que no exista concentración. El mundo no va a ser tan estimulante y eso hay que valorarlo.

-¿Qué herramientas tienen?

-Son las del mindfulness: atender la respiración, las sensaciones corporales y nuestro mundo interno. Eso hay que hacerlo en familia y de forma divertida. Yo suelo usar la idea de un pirata que tira el ancla para atarse y traspasar una tormenta, que son los torbellinos emocionales. Las adversidades si las anclamos con la respiración las podemos atravesar. En mi libro descubro 20 herramientas con el juego y con metáforas. El truco principal es que los adultos seamos el ejemplo. Si a los hijos les muestras un mundo con exigencias y estresado es lo que van a aprender, porque es lo que les enseño y les transmito. La práctica tiene que empezar por uno mismo. No le puedo pedir a un niño que hable bien si yo no lo ha escuchado hacer antes.

-¿Los padres tienen que prepararse?

-Evidentemente hay que encontrar primero el equilibrio personal para conseguir el familiar. Si yo mismo estoy desequilibrado y desregulado no voy a poder transmitir calma. Necesitamos aprender a regular nuestras emociones y los padres en eso tienen un papel muy importante.

-¿A qué años hay que empezar?

-Desde el embarazo la mujer puede aprender a hacerlo. Yo he tenido grupos desde los cinco años. Hay que adaptarse a la madurez de cada uno. No se pueden aplicar las mismas herramientas a un niño, a un adolescente o a un adulto. Más que una edad de corte hay que valorar la madurez.

-A veces tratamos a los niños como si no se enterasen de lo que pasa a su alrededor...

-Los niños se enteran de más cosas de las que creemos. El aprendizaje por observación va por encima del cognitivo. La conducta no verbal la usan como modelo. Los niños saben más de lo que pensamos. Deben tener modelos de referencia. Eso no significa que no podamos equivocarnos. No somos padres perfectos, pero sí estamos presentes y somos perfectamente capaces de reparar cuando metemos la pata. La reactividad lleva a la frustración, al enfado y a un bucle del que no es posible salir. Obstáculos vamos a tener siempre, pero yo elijo si me quedo anclado o soy proactivo y salgo. Todos somos capaces pero hay que entrenar.

-¿En qué casos se puede aplicar?

-Se puede aplicar en adolescentes problemáticos, pero también a las actividades del día a día en que surjan conflictos para que no nos arrastren, desde el vecino que no ha saludado, hasta algo que no ha salido bien. La mente es como un faro que sirve para guiar al barco. Si está divagando el barco puede llegar, o no, a puerto pero enfadado o irritado si supone un cambio continuo de dirección. Puedo redirigir el faro de mi mente hacia cosas positivas o negativas. La práctica de ver el ser y no el tener. Este es un trabajo de uno mismo, que lo mejor es aprender de los padres. Ante la adversidad y los problemas no se trata de ser perfectos .

«Las pantallas de los dispositivos electrónicos son una trampa para la mente»