El proyecto, con presupuesto de 8,3 millones, reinterpreta la fachada del edificio catalogado
06 abr 2018 . Actualizado a las 22:49 h.Los arquitectos Mónica Fernández y Manuel Vázquez, integrantes de la UTE Naos 04 Arquitectos-Manuel Vázquez Muíño, adjudicataria del proyecto del primer centro integral de saúde de Galicia, revisaron esta semana el edificio del antiguo materno-infantil, en el que irá emplazado. Se desplazaron acompañados de un equipo de ingenieros. Juntos revisaron la demolición de los falsos techos del inmueble catalogado para comprobar el estado de las estructuras, antes de concluir un proyecto que ya tienen muy avanzado. El plazo límite para entregarlo finaliza en el próximo mes de mayo. La inversión prevista inicialmente en la reforma es de 8,3 millones de euros.
La consellería de Sanidade prevé que las obras de rehabilitación del inmueble comiencen antes de que finalice este año.
El proyecto que están a punto de finalizar contempla que el edificio estará rodeado por una zona verde. Prevén mantener el actual muro, pero recortado y cambiarán el concepto de las escaleras. Los actuales aparcamientos serán sustituidos por una plaza para estar, con una zona de graderíos y su acceso será peatonal. Desde esta fachada solamente se podrá acceder al centro de salud. El PAC, la unidad de salud mental y la base del 061 tendrán su entrada por la parte trasera.
Ventanas sin rejas
La planta menos uno, que es el equivalente a la baja, dado que está a ras de tierra, es la más accesible. Está previsto que la ocupe la unidad de salud mental. Según el equipo redactor del proyecto no está previsto que las ventanas tengan rejas. Los vidrios serán de seguridad y de doble acristalamiento.
Personal de la unidad de salud mental solicitó recientemente una entrevista con el gerente de la EOXI para interesarse por cómo iba a ser emplazamiento y los accesos, ante el temor de que pudiera suponer una marginación para este tipo de enfermos.
Terraza para fisioterapia
Cada uno de los servicios del centro integral de salud tendrá su propio acceso independiente del resto. En la planta 0, a la que actualmente se accede por la escalinata, pero después tendrá entrada por detrás, irá el PAC, que estará integrado en el centro de salud. Esta misma planta contará con pediatría y con consultas para la extracción de sangre.
Las plantas primera y segunda están reservadas a las consultas de medicina general y fisioterapia. Este último servicio dispondrá de una terraza para salir al aire libre, que es como el quinto patio del edificio, según el equipo redactor.
Las dos plantas superiores del edificio no tienen, al menos de momento, ninguna asignación. Quedarán diáfanas para futuros usos.
El equipo de la UTE Naos 04 Arquitectos y Manuel Vázquez, se encargará únicamente del diseño del edificio del antiguo materno infantil. El resto de los servicios que están contemplados para este complejo todavía no tienen adjudicado el proyecto.
En la antigua escuela de enfermería está previsto que se unifiquen las dos oficinas de empleo que funcionan en la ciudad en estos momentos. Es el único proyecto, además del materno, que trascendiera que salió a licitación.
Recientemente el conselleiro de Economía anunció que en este mismo año empezarían los trámites para poner en marcha el centro de drones, cuyas obras se licitarán antes de que termine este año.
Los edificios del Xeral y urgencias serán demolidos, pero de momento no se sabe la fecha.
Mónica Fernández y Manuel Vázquez: «El reto fue dotar de luz natural las salas de espera»
El equipo redactor del proyecto reconoció que el mayor reto que se encontraron a la hora de encajar en el edificio el centro de salud, el PAC y la unidad de salud mental fue dotar de luz natural las salas de espera. El reducido ancho del inmueble, conformado actualmente por pasillos y habitaciones, obligó a los profesionales a buscar como solución para conseguir este objetivo, según reconocieron Mónica Fernández y Manuel Vázquez, la apertura de patios de luces, hasta un total de cuatro. Probablemente los cubrirán de vegetación.
El equipo se encontró con otro condicionante: la fachada del inmueble, que tienen que respetar, tanto en los huecos de las ventanas como en la cristalera. Seguirá siendo de color blanco. Según los arquitectos, la solución que encontraron fue adaptar el tamaño de las consultas a las ventanas. «La fachada está bien, pero tenemos que sanear la estructura y aislarla por fuera, manteniendo la imagen», señaló Vázquez.
Respecto de las actuales cristaleras, según Vázquez, «las reinterpretamos con un concepto más moderno». El cambio supondrá una doble fachada superpuesta, que llevará aparejado el cambio en las carpinterías y la instalación de vidrios con control solar. Uno de los problemas de este espacio, orientado hacia el sur, es el impacto del sol, para el que buscaron esta solución.
El proyecto contempla también diez centímetros de aislamiento para el edificio, según los profesionales, que es más de lo que exige la norma y que supondrá reducir los costes de energía.
Todo el edificio estará rodeado de un cinturón verde y la actual entrada principal solamente permitirá el acceso al centro de salud y a los departamentos que incorporará.