El investigador Cabarcos atribuye a la segunda ronda el deterioro de O Carme

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

cedida

Apunta que el corte de la calle incidió en el bloqueo del desarrollo del barrio

04 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El arquitecto y profesor Ramón Cabarcos Rodríguez avanza en la recopilación de material para su tesis doctoral sobre el barrio de O Carme. A estas alturas de su investigación señala que la construcción de la segunda ronda dejó sin futuro a la Rúa do Carme y la redujo al aspecto «que hoy tristemente presenta».

Cabarcos analiza las causas de lo que define como «el principio del fin para toda esa zona que abarca desde la Muralla al río; el principio de un problema, que es la asfixia del barrio de O Carme, y el fin del secular acceso peatonal al río y la incomunicación que todavía hoy existe».

Cabarcos señala: «El Plan General de Ordenación Urbana de Lugo aprobado a principios de 1960 se sustituye en 1969. El de 1969 lo modifica el de 1991, y a este, el vigente de 2011. La ciudad se configura, poco a poco, en algo parecido a anillos concéntricos que rompen, literalmente, algunas conexiones radiales, y entre ellas, la que la une con el rio. Con el proyecto y ejecución de la actual Ronda do Carme (que proporcionó una necesaria conexión rodada al tráfico sur de la ciudad), de un modo indiferente a los usos y costumbres arraigados, se corta abruptamente, con un paramento vertical, esta conexión fluvial».

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El investigador destaca igualmente: «Los ejecutores del plan general de 1969 (aprobado el 28 de octubre) despreciaron el trazado de la rúa do Carme. Este plan trató con igual indefinición cada encuentro de la segunda ronda, pero este fue, simplemente, ignorado. Este fue el principio del fin para toda esa zona que abarca desde la muralla al río».

Cambio

Recientemente, la Rúa do Carme (en el tramo no urbanizado) ha sido señalizada, en el entronque con la segunda ronda, como Camiño de Santiago. Cabarcos indica: «Muy recientemente, este punto ha sido adaptado (con la elevación del firme del camino y la colocación de una rampa de desembarco a la ronda) y señalizado como variante del camino. Hoy, al otro lado de la ronda (sin que exista medio de atravesar peatonalmente la vía en este punto) continua, asfaltado, el camino que en su día sirviera como conexión fluvial».

Una zona víctima «de una asfixia planeada hace casi 50 años»

Ramón Cabarcos tiene claro cómo se produjo el deterioro de O Carme, esa peculiaridad en el urbanismo lucense. Señala: «El barrio de O Carme no fue víctima de una muerte natural sino del desinterés materializado en una asfixia, planeada hace ahora casi 50 años. El actual y problemático deterioro de la zona suroeste de la ciudad de Lugo no es fruto de causas aleatorias. No sucedió porque, voluntariamente, el comercio (mesón, panadería, taller de costura, garaje, fábrica de ornamentos…) o los residentes prefirieran ocupar otros emplazamientos, sino como consecuencia también de la planificación de los viales de esta zona, que rompieron las antiguas y naturales conexiones del centro urbano. La ciudad convivió armónicamente durante siglos con su razón de ser y estar fluvial, hasta que los planeadores decidieron romper esa entente».

Cabarcos relata: «En la primera mitad del siglo XX, lo frecuente era que la urbanización del suelo se efectuase por los propios particulares, que se ponían de acuerdo para abrir una calle, a la que, con el tiempo, el Ayuntamiento, previo pago de contribuciones, completaba en sus servicios. Ejemplo de esto fue el primer aprovisionamiento de agua de la rúa do Carme, que se realizó por iniciativa de los vecinos. En los años 50 y 60, la inexistencia de planificación, delegaba la ordenación urbana y la división social del espacio a las leyes del mercado. Y funcionó razonablemente bien, hasta que los planeadores urbanos intervinieron en el trazado de nuevas vías»