«No tenemos constancia de droga caníbal en Lugo»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Carlos Castro

La profesional asegura que los efectos de la cocaína pueden ser similares a los de la MDPV

22 mar 2018 . Actualizado a las 23:20 h.

Gabriela Klepsh es la psiquiatra de la Unidad de Conductas Adictivas de Cruz Roja de Lugo, que atiende a pacientes de perfiles muy diferentes. Esta profesional, médico psicoanalista infantil y adolescente, no se sorprendió de que un joven de 17 años esté ingresado en el HULA, presuntamente después de haber consumido drogas. «Esto mismo puede pasar en cualquier otro momento y sin que esté la droga caníbal por el medio», señaló al mismo tiempo que sugirió la posibilidad de que alguna patología mental latente se manifieste con el consumo de sustancias psicoactivas y sobre todo con la mezcla de varias.

-¿El caso del joven ingresado en el HULA puede haber sido por consumo de dioxipirovalerona, conocida popularmente como droga caníbal?

-Ese caso lo desconozco porque el paciente no llegó a nosotros. Sí conocemos esta droga. La primera vez que supimos de ella fue en el año 2012, en Estados Unidos donde la policía mató a una persona que le destrozó la cara a otra a mordiscos. El caso tuvo repercusión mediática y fue el que hizo despertar, pero el primer caso está documentado en el año 1960, pero no tuvo repercusión

-¿Tenían constancia de su existencia en Lugo? ¿Es fácil conseguir?

-Para nada. Es la primera vez que oímos hablar de su presencia en Lugo. Por eso me sorprendió. ¿Si es fácil conseguirla? Se habla de que a través de Internet, con el formato de sales de baño, que al no ser aptas para el consumo es más fácil enmascararlas.

-¿Qué efectos tiene? ¿Es fácil confundirla con otra cosa?

-Es una droga psicoactiva y psicoestimulante. Se parece a la cocaína, al metilfenidato y a la anfetamina, aunque es diez veces superior que cualquiera de ellas. No sabemos si fue esa droga lo que llevó a la uci al joven, o si fue otro consumo porque los efectos pueden ser parecidos en un paciente que tiene latente una patología y puede saltar en forma de psicosis. Sus efectos, al igual que la cocaína y la marihuana, son igualmente de agresividad con golpes, delirios, alucinaciones visuales y auditivas, aumento de la temperatura corporal... Muchos de los síntomas clínicos coinciden: insomnio, náuseas, bruxismo, cefaleas, pensamientos suicidas, delirio paranoide y agitación psicomotriz. Me faltan datos para saber qué pasó realmente en ese caso. Lo que si está claro es que si tiene alguna enfermedad latente nos podemos encontrar con los mismos síntomas que si hubiera consumido MDPV.

-¿Esa droga dejaría rastro en el organismo?

-Yo creo que se vería en las analíticas. Tiene que salir. Lo que no tengo claro es si disponemos de los instrumentos necesarios para detectarla.

-¿Por qué los jóvenes se refugian en las drogas?

-Lo que está claro es que las situaciones emocionales, sociales y económicas tienen repercusiones en los jóvenes. No quieren sufrir, no quieren tolerar la frustración y recurren a los estimulantes. Algo hay que hacer frente a eso. Lo que ocurrió con ese chico puede pasar en cualquier momento sin que esté la droga caníbal por el medio. Creo que es un hecho puntual y casi estoy segura de que no está relacionado con esta sustancia, sino que el niño mezcló varias y le produjeron esa reacción. Esto es lo que sabemos que está pasando y no solo en Lugo.

-¿Qué le recomendaría a los padres ante un problema de estas características?

-Lo primero, que pidan ayuda, que no están solos, que tienen a su disposición servicios sociales, de menores, de Cruz Roja, en el HULA donde hay una psiquiatra infantil. Les diría que insistan en pedir ayuda, que hay que valorar cada caso y hablar. La gran equivocación en estos momentos es plantear que vuelven los tiempos de la heroína. ¡Que se olviden de la heroína! Nosotros vemos personas con situaciones distintas. No son los toxicómanos del pasado. Ahora estamos con las conductas adictivas del presente: juegos, Internet, alcohol, televisión... Tenemos personas adictas a las compras. No tiene por qué haber un tóxico por el medio. Ya no estamos hablando de cocaína, heroína y marihuana, por eso es importante que le cambiemos el nombre y hablemos de conductas adictivas. Y, en estos momentos entre los 11 y los 12 años tenemos muchos casos.

-¿Cómo deben actuar con los hijos?

-Con la educación. Hay que reforzar la educación desde la niñez y darle confianza al niño en sí mismo y, sobre todo, no tener miedo a ponerle límites. No tenemos que temer a nuestros propios hijos o que se frustren. Es necesario apoyar a los profesores y a los instrumentos de prevención a nivel instituto. Cada niño tiene su tiempo y su momento, que hay que respetar porque no todos son iguales. Frente a la droga caníbal, que es lo que le gusta a la ignorancia, hay que sacar a flote la educación y la prevención. Y, en Lugo hay buenos profesionales para ayudar.

-¿Qué peligros acechan a los hijos? ¿Hasta que punto han evolucionado las drogas?

-Yo no creo que haya más peligros ahora que antes. Vengo de un país, Uruguay, que legalizó la marihuana. Creo que hay muchos estímulos encubiertos, la publicidad, la sociedad de consumo. Algunos muy perversos en la forma. No puede ser que mueran jóvenes por hacerse un selfie. Ahora existen el selfie, los juegos, las etiquetas de la ropa, los medicamentos. Hay que tener cuidado con algunos de ellos como el Tramadol. Me preocupa mucho el dolor y cómo se afronta, no el físico, sino el emocional. Me pregunto qué pasa con el duelo. Salimos corriendo y no les damos tiempo a nuestros hijos a que hagan el duelo.

«Lo que ocurrió con este chico puede volver a pasar y sin droga caníbal por medio»

«Casi estoy segura de que mezcló sustancias y le produjeron esta reacción»

«Frente a la droga caníbal, que le gusta a la ignorancia, hay que reflotar la educación»