Abella sigue languideciendo con una nueva baja comercial

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Fifty Factory cerró sus puertas en un centro en el que apenas quedan seis operadores

01 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el centro comercial Abella sigue habiendo bajas. A la de E.Leclerc del pasado mes de enero se suma ahora la de Fifty Factory, una tienda de ropa, vinculada al grupo Cortefiel, que consiguió sobrevivir a todos los avatares y que finalmente arrojó la toalla. Es posible que pueda haber más abandonos de los cada vez menos operadores que sobreviven al temporal, cansados de escuchar, primero de Inversiones Abuín y ahora del fondo Blackstone, de que estas instalaciones tienen futuro.

La marcha de E.Leclerc, que por el momento no ha dado pasado a ningún sustituto como motor del centro comercial, está generando desánimo generalizado entre quienes resisten y nulas ganas de iniciar negocio en este edificio por parte de futuros operadores, mientras continúen las circunstancias actuales.

Ni Blackstone ni el gestor J. L. L. han hecho ningún gesto público hasta ahora que demuestre que su intención es la de reactivar el centro, salvo los actos organizados durante la pasada campaña navideña, antes de que dejara el edificio el hipermercado de bandera francesa.

Antes de que el que fuera motor del centro comercial decidiera marcharse y dejar de operar en Galicia, se especulaba con varias posibilidades para cubrir su ausencia. Hace ya tiempo que no se habla de ello.

En el centro comercial de Abella, con 1.700 plazas de aparcamiento cubierto, quedan las salas de cine, Benetton, Burger King, Chicco, Fontfarma, el gimnasio y Lava&Seca Express.

Medio año inactivos

Después de las significativas marchas del verano del año 2016 el centro no ha conseguido recuperar su ritmo, ni los operadores. Blackstone estuvo manteniendo algún contacto con alguno de los que se marcharon en un primer momento, alegando que el edificio carecía de las correspondientes licencias.

Blackstone se hizo con el centro comercial Abella en el pasado verano. Formaba parte de los activos tóxicos del Banco Popular. Varios meses más tarde el fondo de inversiones nombró a J.L.L. como gestora. Se hizo cargo oficialmente del edificio a principios de este mismo año, coincidiendo con la liquidación de E. Leclerc, grupo con el que en algún momento entabló negociaciones encaminadas a que siguiera operando en Lugo. No fue posible y 58 trabajadores se quedaron en la calle a finales del pasado mes de enero. De entrar un sustituto en el hipermercado, legalmente y según fuentes sindicales, no tendría que asumir este personal.