El mal tiempo dejó en la comarca desprendimientos, caídas de árboles, carreteras cortadas y señales tumbadas
20 feb 2018 . Actualizado a las 23:44 h.A Fonsagrada es uno de los municipios más extensos de España, con más de 438 kilómetros cuadrados, unas 33.000 hectáreas de suelo arbolado y unos 1.400 kilómetros de vías asfaltadas. Por ello, cualquier incidencia meteorológica adversa, como las intensas nevadas que tuvo que soportar a inicios de mes, deja tras de sí consecuencias que aún tardarán semanas en cuantificarse.
El efecto más visible se produjo en la noche del sábado, en la carretera provincial que une A Fonsagrada con Negueira de Muñiz. A pocos kilómetros de la capital de este último municipio se vino abajo una ladera de pizarra que ha dejado cortada la vía de forma total. La nieve y el hielo, en el proceso del deshielo, pudo ser el origen del derrumbamiento de tierra y piedras. No será fácil retirar todo el material. El responsable de Vías y Obras de la Diputación, Manuel Martínez, analizaba ayer la situación con los ingenieros en el mismo lugar. Para realizar los trabajos de limpieza necesitarán maquinaria especial y muy grande, además de bastantes camiones para trasladar todas las piedras a un vertedero específico, tal y como marca la ley.
Análisis en la primavera
Desde la Diputación señalan que se actuará con emergencia, además de anunciar que cuando pase el invierno, las empresas concesionarias del mantenimiento de las vías provinciales harán un estudio para evaluar los daños materiales que ha dejado el temporal de nieve y viento de este invierno. Pero en algunos puntos ya son evidentes las caídas de señales e indicadores, así como la formación de baches y corrimientos de tierras o la caída de árboles en el medio de las vías. Se calcula que durante el temporal llegaron a caer más de un centenar de árboles sobre las carreteras de A Fonsagrada, lo que llegó a dejar incomunicadas algunas aldeas.
También en el centro de la villa han quedado secuelas de tantos días de nieve, hielo y ventisca, con daños en edificios públicos y privados y árboles caídos.