Una comisión externa de psiquiatras analiza posibles deficiencias en Calde

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Integrantes de la Asociación Galega de Saúde Mental visitaron ayer el hospital

20 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las denuncias que el pasado año presentaron varios trabajadores sobre las deficiencias en el Hospital de Calde parece que no han quedado en saco roto. Directivos de la Asociación Galega de Saúde Mental, un colectivo que agrupa a los profesionales de la salud mental en Galicia, acudieron ayer el centro que atiende a pacientes psiquiátricos con la intención de elaborar un informe que puedan presentar al Sergas para hacer mejoras en el hospital.

En las críticas presentadas por los sindicatos CSIF y CIG se hablaba de deficiencias materiales, se ponía en duda los beneficios de la tala masiva de los árboles que rodeaban el complejo y se pedía refuerzo en el personal debido a la presión asistencial del centro en el último año. Para los trabajadores, todos estos problemas están redundando en la asistencia de los pacientes.

«Os problemas que viven os pacientes de psiquiatría de Lugo son comúns aos doutros centros similares de Galicia debido a que falamos de enfermos cunha longa estadía, con marxinación e que viven nunhas condicións residenciais digamos que cuestionables», explica el psicólogo del Clínico de Santiago y portavoz del Movemento Galego da Saúde Mental, plataforma que engloba a diferentes colectivos, entre ellos el de la Asociación Galega de Saúde Mental que ayer acudió a Calde.

La intención de la comisión que visitó el hospital de Lugo era inspeccionar el centro, conocer las instalaciones, y en concreto las deficiencias que alertaron los trabajadores, mantener entrevistas con estos e, incluso, hablar con los pacientes. Se prevé que los sanitarios externos que acudieron a Calde presenten un informe para proponer mejoras al Sergas. «Eu entendo que este tipo de visitas, dunha comisión desde fóra, nunca sentan ben a aqueles profesionais da psiquiatría que traballan a diario, pero creouse unha tensión en Calde polas denuncias públicas que facían necesaria a avaliación», recordó Miguel Anxo García.

El Movemento Galego da Saúde Mental ya emitió a finales de noviembre un manifiesto titulado donde manifestaban que «os doentes con trastorno mental grave e sen recursos, peor». Señalaban que el hospital lucense «sofre un abandono intolerable só porque quen alí reciben atención son doentes psiquiátricos». En su nota señalaban: «Quen teñen a responsabilidade directa na súa dirección, negan feitos que xa nin sequera se poden esconder ou, no mellor dos casos, maquillan a institución». Alude esta plataforma «ao torpe pintado da fachada do hospital ou dos espazos de acollida de visitantes mentras todo o demais se deixa como estaba».