Braga sí tiene el museo arqueológico que Lugo lleva años esperando

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

MUSEO DE ARQUEOLOGÍA DE BRAGA

Ambas urbes crearon hace cien años un centro específico, pero la portuguesa construyó un edificio para conservar, difundir e investigar

08 feb 2018 . Actualizado a las 23:21 h.

Braga (136.000 habitantes) y Lugo (98.000) tienen un pasado común. Las dos fueron capitales de los conventos Lucensis y Bracarensis. Lucus Augusti y Bracara Augusta estuvieron unidas por la Vía XIX. Las dos, dieron origen a diócesis con un importante poder. Y por casualidades de la historia, las dos tuvieron justo hace cien años un paralelismo: la creación de un museo arqueológico. En el caso portugués, la Cámara Municipal lo constituye en el Pazo Episcopal Bracarense para unir la dispersión del patrimonio local en manos particulares e institucionales.

Por su parte, en Lugo, también en 1918, se crea el Museo Arqueológico Diocesano, germen del Catedralicio actual. Cumplió la misión de recoger todas las piezas romanas que aparecían en la ciudad, en la Muralla y en los alrededores, hasta que en 1934 abrió el Museo Provincial, con lo que se dividió la colección de piezas romanas, como indica en un estudio Carolina Casal, conservadora del Museo Diocesano de Lugo.

En 1980 el Gobierno portugués decidió que el museo arqueológico debería ser un centro de referencia del norte del país y encargarse de la investigación y conservación de los hallazgos. Tras numerosos avatares, en junio del 2007 abrió sus puertas el actual y moderno edificio con el nombre de Museo Regional de Arqueología don Diogo de Sousa, siendo ya una referencia en la península. Mientras, en Lugo, y a pesar de las promesas desde la Xunta en época de Fraga y del bipartito, nunca se llegó a hacer el museo de la romanización

Modernidad en la vieja urbe

El edificio de Braga está ubicado en un enclave con un amplio jardín de acceso libre al público, ocupa la zona arqueológica más importante y mejor conservada de Braga -muy cerca de las termas-, y fue diseñado por los arquitectos Carlos Guimarães y Luis Soares Carneiro mediante tres cuerpos articulados que alojan la exposición permanente, los servicios técnicos, que incluyen un laboratorio de restauración y otros departamentos relacionados con el estudio y la valoración de las colecciones -tanto del museo como de otros de la región- una cafetería, un auditorio, una biblioteca especializada y una tienda.

Las colecciones visitables -también hay exposiciones temporales- se distribuyen en cuatro salas: una del Paleolítico a la Edad de Bronce; dos salas sobre Bracara Augusta con explicaciones sobre el contexto romano, los aspectos comerciales y económicos y el desarrollo urbanístico y doméstico; y una cuarta con restos de las necrópolis cercanas y los aspectos religiosos de la fase romana y paleocristiana. El horario es de 10.00 a 17.30. La entrada, tres euros y los domingos, gratis.

El BNG recuerda que hay un informe que señala que San Fernando no puede ser un colegio

El portavoz municipal del BNG, Rubén Arroxo, señaló ayer que el debate sobre el uso del cuartel de San Fernando «é un absurdo que beneficia ao goberno de Feijoo que poderá seguir castigando a Lugo sen investimentos e amparado por esta presunta polémica». Arroxo recordó que el único acuerdo del pleno de la corporación actual fue que el cuartel se convierta en un museo romano de Galicia, «e que nese mesmo pleno a proposta de crear un centro escolar foi rexeitada». Arroxo recordó que todos los grupos municipales tienen un informe técnico en el que se explican las razones que invalidaban un colegio en San Fernando: «Entre outras, pola falta de luz e insuficiente superficie para o pavillón deportivo». El BNG propone un colegio en un solar junto al IES Xoán Montes, con el que podría compartir espacios.

El Gobierno destinó 7 millones para ampliar el museo de Mérida

El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, gestionado por un consorcio con todas las administraciones, está pendiente de una ampliación de más de 4.300 metros cuadrados y cuyo coste asume el Ministerio de Cultura, ascendiendo a unos siete millones de euros, en los que se incluye proyectos, demoliciones de edificios adyacentes al actual museo -diseñado por Rafael Moneo así como esta ampliación- obras y equipamientos. Los trabajos ya comenzaron en el 2015, pero la construcción del nuevo edificio sufre un gran retraso a causa de los importantes restos arqueológicos hallados en el solar donde se pretenden levantar las nuevas instalaciones. Estos restos obligaron a modificar el proyecto para su exposición in situ. En concreto, hallaron parte de un acueducto, una necrópolis y el foso que protegía a la muralla.

En Lugo, las últimas inversiones del Gobierno central en patrimonio fueron en la época de José Blanco al frente del Ministerio de Fomento, con cargo al 1,5 % cultural. Se rehabilitó la fachada de la catedral, así como la capilla mayor y el transepto del templo lucense, además de la reforma integral del puente romano para convertirlo en peatonal. Hace un mes, Fomento anunció una partida de 162.000 euros para la rehabilitación de la Muralla.

«Non quero dar leccións do que se pode facer en Lugo, pero hai exemplos a seguir», explica el profesor Colmenero

«Non quero dar leccións do que se pode facer, pero hai exemplos a seguir». Quien así habla es el arqueólogo, catedrático de la USC y profesor ad honorem de la Facultade de Humanidades Antonio Rodríguez Colmenero. Preguntado sobre si Lugo necesita un museo de la romanización y sobre el ejemplo de Braga, el investigador destaca, además del trabajo que desarrolla su directora, que el portugués es un centro estatal, lo que comporta una mayor presencia de funcionarios y de investigadores, «pero tamén destacaría o Museu da Região Flaviense en Chaves, de ámbito municipal e co que poderiamos ter paralelismos en Lugo».

Rodríguez Colmenero apuesta porque la capital lucense sea el centro de referencia romano «e un faro en todo o noroeste» pero también señala que el gran museo de la Gallaecia se podría repartir con diferentes aspectos por el territorio, con epicentro en Lugo.

«Sientes envidia»

El historiador Xabier Moure también resalta las cualidades del museo de Braga pero va más alla: «En canto a museos e patrimonio, pasamos a Portugal e o salto é abismal, por exemplo o de Braga ou un museo arqueolóxico en Vila Real alucinante, que case abre todo o día, unha xoia». Otro historiador, Enrique Montenegro, valora el museo de Braga: «Cuando lo ves sientes envidia de lo que hay en otras ciudades». El arqueólogo Felipe Arias explica que en materia de musealización de restos romanos «está case todo inventado, pero o exemplo de Braga ou de Xixón, sen irnos a Mérida ou Tarragona, son moi válidos. Todo é unha cuestión de vontade política».