El INTA investiga en Rozas materiales que repelen el hielo en aeronaves

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

El avión atmosférico realizará vuelos el mes próximo para el proyecto PHOBIC21CE

29 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El avión de investigaciones atmosféricas del INTA volverá a Rozas el próximo mes para iniciar una nueva campaña. Testarán nuevos materiales y tinturas para comprobar cuáles son los más adecuados para utilizar con hielo y cuáles lo repelen. Forma parte del proyecto PHOBIC21CE.

El avión dispone de herramientas para simular la acumulación de hielo en diferentes tipos de superficies con y sin tratamientos. Los resultados de este estudio, en el que participa Airbus Group Innovations, entre otras empresas, serán aplicados en aviación. El engelamiento, es decir, la acumulación de hielo en la superficie de las aeronaves, es la principal causa de siniestralidad aérea en el mundo. Se sitúa por encima de las diferentes variantes de la turbulencia. A este fenómeno son especialmente sensibles los fuselajes.

Para este estudio utilizarán el Aviocar C-212-301, habilitado especialmente para la investigación atmosférica y que ya utilizaron en otros estudios en Rozas. Entre los últimos figura el proyecto Meteorisk, en colaboración con la Universidad de León, que continuará también en este año, con vuelos invernales. El ensayo perseguía, entre otros objetivos, además de mejorar la seguridad en los vuelos, construir un sistema que supervise las predicciones de forma automática y genere alarmas cuando se vayan a producir situaciones con posibles daños económicos. De sus resultados estaban muy pendientes las compañías aseguradoras.

El avión sobrevuela un área de unos 100 kilómetros para estudiar eventos catalogados como peligrosos, como la nieve, el granizo o las tormentas y efectuar comprobaciones.

Campaña completa

Fuentes del INTA señalaron que para este año tienen actividades y campañas programadas en el aeródromo de Rozas para prácticamente todos los días hábiles.

Recientemente el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial convocó las primeras plazas de funcionarios para el CIAR. En el momento en el que el centro de Castro esté equipado trabajarán cincuenta personas, según explicó el subdirector de experimentación, Bartolomé Marqués.

Hasta que llegue ese momento, seguirán desplazando personal de Madrid a Lugo en las diferentes campañas. En la que mayor número de personas concentró, llevó a Rozas a ochenta especialistas.

El CIAR será la base del avión de experimentación que recibirá el INTA en el año 2020, con el objetivo de que permanezca en activo entre 30 y 35 años. La inversión en el proyecto FENYX será de 35 millones de euros. Permitirá, según explicó Marqués, realizar campañas con diez equipos de investigación de forma simultánea.

Nuevo avión

El futuro avión duplicará los equipos de las aeronaves actuales y ampliará sus capacidades.

El CIAR mostró sus posibilidades en la investigación a un grupo de 30 científicos y tecnólogos que participaron en un congreso durante la pasada semana. Todos ellos trabajan con aviones de investigación en diferentes países de Europa.