Urgencia en el PSOE de Lugo de la fundación que proyecta Caballero

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto PULSO LUCENSE

LUGO CIUDAD

21 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«El electorado puede controlar a los políticos únicamente negándose a reelegirlos», dijo J. A. Schumpeter. Parece sencillo, pero, como aclaró José María Maravall, la falta de información que tienen los ciudadanos sobre las causas de los fallos o éxitos atribuibles a sus

gobernantes y el uso que de esta circunstancia hacen quienes ocupan los gobiernos provocan que la toma de decisiones se efectúe en función de mecanismos ajenos a la racionalidad. El resultado es una «selección adversa» y los malos políticos acaban al frente de las instituciones. Si se mira el caso de Lugo, no cabe duda de cómo son las cosas.

En Lugo hay muestras evidentes de las consecuencias de los errores en la elección de los políticos. Una mirada al estado en que se encuentran los servicios municipales resulta sumamente instructiva. Solo en una película de los hermanos Marx encaja el cartel que anuncia a los contribuyentes que el servicio de Archivo no funciona: «Pechado por baixa laboral». Y qué decir del hallazgo inefable, dos años y medio después de iniciado el mandato municipal, de que una rotonda es la solución para la ordenación del tráfico en ese punto estratégico de la Ronda da Muralla que es San Fernando. A juzgar por lo que tardó el gobierno local en alumbrar tal idea, debe de ser una magnífica idea. Los que no acaban de ver la luz son los pliegos para adjudicar la gestión de las plantas potabilizadora y depuradora. Van, dicho muy a lo grueso, siete años en los que las empresas operan sin contrato. Cuando lleguen los sobresaltos judiciales, si llegan, y es probable que lleguen, será, otra vez, el llanto y el rechinar de dientes.

Hay quien dice que en el PSOE tiene encuestas que le auguran, a estas alturas, un resultado electoral en Lugo muy por debajo del alcanzado en 2015. El jefe del PSdeG en Galicia, Gonzalo Caballero, hará muy bien en crear y poner a funcionar a toda velocidad la fundación, el think tank, que debe nutrir de ideas y articular el discurso socialista. La situación lo requiere. La selección adversa no es inevitable. Carteles en un servicio municipal que anuncian «pechado por baixa laboral» aportan mucha información a los electores. Y entonces es cuando acierta Schumpeter.