Ana Goy: «En patrimonio, es fundamental la colaboración entre Xunta y Concello»

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

La representante de Icomos en Galicia acaba de convertirse en la primera catedrática de Historia del Arte en el campus de Lugo

03 dic 2017 . Actualizado a las 21:41 h.

La profesora de Humanidades y directora del Centro de Estudos de Historia da Cidade, Ana Goy Diz, consiguió el martes en Lugo la cátedra de Historia del Arte de la USC, con lo que se convierte en la primera catedrática de esta especialidad en el campus de Lugo. Goy, con una dilatada experiencia investigadora y representante de Icomos en Galicia, defendió ante el tribunal un trabajo sobre el acueducto del siglo XVI y las fuentes en la ciudad, pero dentro de un nuevo contexto sobre cómo interpretar los restos arqueológicos.

-¿Cuál fue su propuesta?

-En una ciudad yacimiento como es Lugo no podemos utilizar la metodología de investigación convencional: se concede una licencia de obra, una empresa hace un control arqueológico, interpreta los restos, presenta un informe al Concello y este decide qué se hace en base a ese informe. Estamos interviniendo en la ciudad sin contar con la información para interpretar lo que encontramos. ¿Qué tenemos que hacer entonces? Hay mucha bibliografía sobre Lugo, pero se basa en hechos importantes de la ciudad, no en el día a día. Necesitamos emplear la microhistoria, los hechos que no parecen de importancia, que aparecen en las actas municipales. Si tenemos esa información, podremos intervenir sabiendo lo que encontramos. Necesitamos una base de datos con los elementos significativos de la ciudad a lo largo de su historia. Puede ser un personaje, una fuente, una tradición, una costumbre, una fiesta, bienes inmateriales...

-Un ejemplo fueron los hallazgos del 2012 sobre el acueducto.

-El romano se levanta en época alto imperial, que se mantiene y abastece a la fuente de las Cortiñas de San Román y de la Praza Maior, y en el XVI ese acueducto debería estar muy mal, y lo restaura el ingeniero hidráulico de Felipe II, Gonzalo de la Bárcena, que trabaja en la corte de Valladolid, en Simancas, A Coruña, Oviedo, Zamora, Avilés, Gijón... Si estos datos los hubiéramos tenido cuando se excavó A Milagrosa, O Castiñeiro, Rúa Mazaira, Rúa das Fontes y San Marcos, hubiéramos sabido qué era romano, qué era del XVI y qué era del XVIII.

-Nos puede poner otro ejemplo.

-Pues uno que acabamos de descubrir. Cuando los medievalistas estudian Lugo no entendían porqué Santo Domingo y San Francisco están donde están. Los conventos de los frailes mendicantes se disponían en las puertas de las ciudades, por fuera. Y desde luego, nunca franciscanos y dominicos van juntos porque viven de las limosnas, se hacen la competencia. Pues en Lugo, están dentro de las murallas, en el centro y juntos. No se sabía el motivo. Los medievalistas le dieron mil vueltas. Hay un libro, Argos divina, de Juan Pallares, que dice que hay que restaurar las fuentes de O Castiñeiro, que son de época romana, y que han dejado huella en la ciudad en las fuentes sobre las que se construyó Santo Domingo y San Francisco. Por eso se hicieron allí, porque tenían agua. ¡Si las piedras hablaran!, pero tienen que hablar los documentos.

-Trabajan en esta línea desde el Centro de Estudos da Cidade.

-Nos gustaría hacer esa base de datos de la que hablaba. La tenemos iniciada, pero hay que completarla. Hemos digitalizado toda la documentación municipal que hay en el Archivo Histórico Provincial. Hemos transcrito una parte importante, y esa transcripción lleva consigo meter los datos. Y para eso necesitamos contratos, personal... Tenemos ya una sede, un despacho en O Vello Cárcere. Firmamos un convenio con el Concello para tener una fuente de financiación que nos permitirá tener objetivos anuales.

-¿Cuando la Muralla se declaró patrimonio mundial, se perdió la oportunidad de crear un centro que aglutinara la investigación?

-En aquel momento sería estupendo y otras ciudades ya lo tienen. Cuando hablamos de patrimonio, la colaboración entre las administraciones es fundamental. Aquí la Muralla depende de la Xunta y todo lo que hay alrededor depende del Concello. O hay un marco de colaboración entre las dos instituciones, o es muy difícil trabajar en la ciudad. En el caso de la Torre de Hércules dependía de seis administraciones. La única solución fue montar una mesa en la que estuviesen todas. El patrimonio no es de la Xunta, ni del Concello, ni del Estado, es de todos, y son representantes nuestros y deben trabajar al servicio de esa sociedad, y esta les está demandando que colaboren. Se pueden hacer muchas cosas que no se están haciendo. Hay un plan especial para la Muralla, tiene un cronograma y hay que pactarlo con todas las Administraciones. Y hablando es mejor que dando la espalda. En la universidad intentamos trazar puentes cuando se habla de patrimonio, crear consensos.