Quedó en libertad tras reconocer que se había inventado el asalto
19 nov 2017 . Actualizado a las 10:17 h.La asistenta que simuló ser víctima de un robo en la casa en la que trabajaba en Augas Férreas, confesó a la policía que lo hizo porque necesitaba el dinero. La mujer, sin antecedentes penales, quedó en libertad tras prestar declaración. Tendrá que presentarse ante el juez cuando se lo requieran para dar cuenta de un robo por un valor que se aproxima a los 30.000 euros.
El caso estaba ya cerrado cuando la mujer, que había vendido varias joyas del botín en tiendas de compraventa, se sintió presionada ante el miedo a ser descubierta. Se enteró de que la policía estaba efectuando un barrido por los establecimientos que compran oro y temió ser descubierta, por lo que se inventó una segunda parte.
Al sentirse presionada, según fuentes de la investigación, urdió una nueva trama, que compartió con el propietario de la casa en la que trabajaba, que la acompañó a Comisaría.
La mujer inicialmente contó que los individuos que la habían amenazado en el robo del chalé de la familia para la que trabajaba la siguieron y la presionaron para que les vendiera las joyas robadas. Incluso llegó a asegurar que la habían introducido en un coche, en el que la habían violado.
Se desmoronó
La presión a la que fue sometida hizo que la mujer, que estaba contando el nuevo relato para justificar el hurto, entre llantos y presa de un ataque de nervios, se derrumbó finalmente. Confesó que ya no podía soportar más la presión de los cerca de dos meses que llevaba viviendo en una mentira. Relató cómo la había urdido para justificar el robo. Lo hizo, según dijo, porque necesitaba dinero. Se mostró muy arrepentida de lo que había hecho.
La asistenta llevaba trabajando en la casa de la familia de Augas Férreas desde hacía diez años y contaba con la total confianza de sus miembros.
La detenida colaboró en todo momento con la investigación policial, una vez que confesó el hurto. No puso objeciones al registro de su domicilio, que los agentes realizaron en presencia de su abogado.
Los agentes consiguieron recuperar una parte del botín sustraído. Otra parte estaba en manos de casas de compraventa. Algunos de los efectos sustraídos los tiró a la basura.
La investigación de este caso la llevó a cabo el grupo de delitos contra el patrimonio de la brigada provincial de Lugo.
Vendió parte del botín a casas de compraventa y temía que la descubrieran