Requisan otro perro en la casa okupa de Camiño Real por orden judicial

Tania Taboada

LUGO CIUDAD

Óscar Cela

La Policía Local volvió ayer la vivienda y los dueños declararán hoy ante la jueza

15 nov 2017 . Actualizado a las 10:20 h.

Sobre las tres y media de la tarde de ayer, tres agentes de la policía local acudían al número 118 de la calle Camiño Real de Lugo para intervenir por orden judicial todos los animales que los okupas tenían en el interior de la vivienda. Dos policías accedieron a la casa y un tercero se quedó a pie de calle. En la vivienda solo había un perro que fue transportado por el lacero a la protectora de animales y plantas de Lugo para chequear su estado.

Los agentes también entregaron al matrimonio okupa ? Carmelo Montoya y Eva Montoya? la cédula de citación del juzgado. Están llamados a declarar en calidad de investigados por un supuesto delito de maltrato animal. Hoy a las diez de la mañana comparecerán en el juzgado de instrucción número uno de Lugo, que dirige Pilar de Lara.

Okupas

Por su parte, los propietarios de los dos perros intervenidos ?uno el pasado día diez y otro ayer?, indican que tienen a los animales cuidados y niegan haber tirado el pasado sábado a una de las perras que fue intervenida judicialmente por la policía local por la ventana. «Ahora mismo, Katalina, la perra que dicen que nosotros hemos tirado, está recuperándose en el hospital. La operaron y esperamos tenerla pronto en casa», indicó el matrimonio. «Hoy nos han llevado a Margarita y mañana tenemos que ir al Juzgado a declarar», manifestó este matrimonio okupa.

«Es falso que tiráramos a la perra; cuando se cayó por la ventana, mi mujer estaba en el súper y yo no estaba en casa»

Hace dos años que el matrimonio formado por Carmelo Montoya (41 años) y Eva Montoya (38 años) residen en el número 118 de Camiño Real. Él madrileño y ella residente en O Carqueixo se conocieron por Internet. Son okupas y no tienen hijos. Solo dos perras: Katalina y Margarita. Según indicaron ayer, a la primera la trajeron del Carqueixo y la segunda, se la regalaron.

El matrimonio niega que tirara la perra por la ventana. «Es falso que tiráramos a la perra; cuando se cayó por la ventana, mi mujer estaba en el súper y yo no estaba en casa. Volví sobre las 18.30 horas y mi vecino, Don Luis, me dijo que se había caído la perra. Fuimos al hospital y me la devolvieron. Yo le dije que quería que la operaran, y que ya pagaría como pudiese. Me dijeron que se curaría sola. Me la dejaron traer a casa y luego vino la policía a buscarla. Hoy vinieron a recoger a Margarita», relató Carmelo Montoya. «Somos okupas pero tenemos a las perras cuidadas, a Katalina le dábamos el biberón cuando era pequeña y ambas duermen con nosotros. Somo un matrimonio y estamos de okupas porque no tenemos trabajo. Yo me dedico a recoger basura en los contenedores, a vender alguna prenda en el mercadillo y a la chatarra», concluyó el hombre. 

La jueza dictó una orden de alejamiento sin precedentes para proteger una perra

La jueza del juzgado de instrucción número uno, Pilar de Lara, viene de notificar un auto de 28 folios y con escasos precedentes contra el maltrato animal. En él dicta orden de alejamiento del matrimonio, Carmelo Montoya y Eva Montoya, con respecto a su perra requisada el pasado día 10 de noviembre. La distancia mínima a la que puede acercarse este matrimonio son 500 metros. También prohíbe a los investigados por un supuesto maltrato animal aproximarse a cualquier persona que pueda asumir la custodia de la víctima y la tenencia de animales mientras se prolongue la instrucción.

En el auto, la jueza defiende la importancia de los seres vivos para el bienestar humano, critica la pobre legislación española y afirma que la Administración va siempre por detrás de los movimientos animalistas, verdaderos artífices de los avances sociales en esta materia.