El banco que financia la Fábrica da Luz demandará al Concello por perder la concesión
LUGO CIUDAD
Se sumará a la denuncia de Inca, que cree que Piñeiro actuó impulsado por Adega
11 nov 2017 . Actualizado a las 00:07 h.El banco que financia el proyecto de construcción de la Fábrica da Luz a la empresa Inca se va a personar como parte perjudicada en la reclamación judicial al Ayuntamiento. Así lo anunciaron ayer fuentes cercanas a la entidad a la vista de que la concesión de la fábrica se ha perdido por no renovarla a tiempo el concello. Aunque el ayuntamiento ha presentado recursos para intentar que la Hidrográfica no declare caducada la concesión, tanto la empresa como el banco que financiaba la operación son conscientes de que aunque ese pleito se acabe ganando, la declaración de impacto ambiental también habría caducado y por tanto sería necesario empezar otro proceso de varios años ante el ministerio hasta conseguir otra aprobación y publicación en el BOE. A la vista de que esta posibilidad es casi irreal, la empresa Inca ya pidió al ayuntamiento la extinción de la concesión. Y ahora el banco, que también es titular de la concesión -de manera similar a como un banco es titular de una casa sobre la que pesa una hipoteca- anuncia que se sumarán a la reclamación dineraria.
Inca, la empresa concesionaria, también reclamará la pérdida millonaria, a la vista de que perdieron el derecho de la concesión hidráulica autorizado por junta de gobierno en agosto 2015 y exigirán responsabilidades al concejal Daniel Piñeiro porque dejó caducar la concesión.
Por su parte el responsable de Inca, Miguel García-Gesto, declaró ayer que «el concejal Daniel Piñeiro es el único responsable de haber dejado al Ayuntamiento de Lugo sin concesión de aguas porque no solicitó, pese a pedírsele en varias ocasiones, la prórroga del plazo de obras. Por culpa del ayuntamiento, una concesión vigente, obtenida gracias a la tramitación de Inca cumpliendo lo acordado en el pliego, ha caducado. Con la concesión de aguas perdida, el contrato administrativo carece de valor pues el objeto es la explotación de la concesión de aguas, que el Ayuntamiento ha provocado caducar. ¿Por qué lo hizo? ¿Una forma de finiquitar el proyecto? ¿Quizá cumpliendo las expectativas de Adega, asociación de la cual el concejal es miembro activo?», dice el responsable de Inca. Y concluye: «Resulta inverosímil que el concejal no actuase a sabiendas pues tanto la CHMS como Inca en varias ocasiones, y así consta en el expediente, le solicitaron que pidiese la prórroga a riesgo de perder la concesión. Los hechos demuestran que la situación actual es responsabilidad del concejal de Adega», declaró ayer el gerente de Inca.