Perdices despellejadas en directo y flores de difuntos con huevos y tocino en el mercado de Lugo

xosé Carreira LUGO / LAVOZ

LUGO CIUDAD

cedida

La alcaldesa dice que habrá feria en el exterior del recinto cuando se cubra una parte de Quiroga Ballesteros

28 oct 2017 . Actualizado a las 13:00 h.

Si llevasen ayer al mercado de Lugo a alguien con los ojos tapados para no saber en que ciudad estaba, le quitaran la venda y le preguntaran en qué ciudad estaba, podría responder con cualquier referencia geográfica del tercer mundo. Se encontraría con una paisana desplumando a una perdiz y, menos mal, echando las plumas en una caja. Después del desplumado tenía pinta de venir el destripado del animal, pero lo mejor esa seguir para delante. Y toda esta «operación» al lado de unos quesos y a solo dos pasos de un establecimiento de hostelería.

Lo de menos eran ya los «híperpuestos» que vendían una mezcla de productos curiosa. Había varios en las que las mujeres ofrecían los ramos de las flores de difuntos que cultivaron en la huerta y además trozos de tocino, nueces y huevos.

El mercado de las flores continuará hoy y también el lunes y el martes. Los precios fueron para todos los gustos. En las puestos paisanos era cuestión de saber esperar y regatear.

Ya huele mejor

El sótano de la plaza de abastos ya huele mejor. Por fin desaparecieron las aguas residuales que caían muy cerca de los puestos de productos alimenticios. Quitaron también las alambradas metálicas de los cierres, la basura y el recinto está más limpio. La alcaldesa, Lara Méndez y la concejala Rosana Rielo, lo visitaron ayer y aprovecharon para asistir al primer mercado de flores para difuntos de este año.

La larga higienización, que llevó emparejadas otras tareas como, por ejemplo, la reparación de los techos y pilares, supuso una inversión de 28.000 euros, según recordó ayer la regidora. La mejora, sin embargo, no acaba de darle el atractivo que necesita el establecimiento.

Los puestos siguen estando formados por unas mesas largas de plástico. Para disimularlas, alguien compró telas de colores y las cubrió. Otros recintos similares que hay en otras ciudades crearon atractivos mostradores en los que los vendedores pueden exponer la mercancía de una manera atractiva, algo que posiblemente debería exigirse también en los mercados de martes y viernes en Lugo.

La alcaldesa dice que su gobierno potencia y dinamiza este «punto estratéxico para a cidade». Además, aprovechó para recordar los planes para la zona. El año que viene, recordó, llegará la peatonalización a la calle de Quiroga Ballesteros y en el futuro la cubrición entre los dos edificios municipales de la plaza y el mercado.

Para la cubierta, Lara Méndez, quiere convocar un concurso de ideas porque pretende que esa obra, dijo, sea un referente no solo para Lugo sino también destacada a nivel nacional.

Para la peatonalización, recordó, están redactando el proyecto y hay comprometidos 1.100.00 euros. ¿La cubierta para cuándo? «Sen presa, pero sen pausa», dijo la regidora.

Los 30.000 euros gastados ahora en la plaza se suman al 1,4 millones que costaron las tareas de remodelación y modernización.

La peatonalización de Quiroga Ballesteros será el año que viene, según Lara Méndez

 

Si llevasen ayer al mercado de Lugo a alguien con los ojos tapados para no saber en que ciudad estaba, le quitaran la venda y le preguntaran en qué ciudad estaba, podría responder con cualquier referencia geográfica del tercer mundo. Se encontraría con una paisana desplumando a una perdiz y, menos mal, echando las plumas en una caja. Después del desplumado tenía pinta de venir el destripado del animal, pero lo mejor esa seguir para delante. Y toda esta «operación» al lado de unos quesos y a solo dos pasos de un establecimiento de hostelería.

Lo de menos eran ya los «híperpuestos» que vendían una mezcla de productos curiosa. Había varios en las que las mujeres ofrecían los ramos de las flores de difuntos que cultivaron en la huerta y además trozos de tocino, nueces y huevos.

El mercado de las flores continuará hoy y también el lunes y el martes. Los precios fueron para todos los gustos. En las puestos paisanos era cuestión de saber esperar y regatear.