Manteros, 1-Policías, 0

XOSÉ CARREIRA LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

La supresión de agentes locales en varios turnos provocó la llegada del popular «top manta»

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Abrió ininterrumpidamente el sábado por la tarde y también hoy. Para el «top manta» no hay horario comercial. Los manteros ganaron, pero solo por la mínima, a la Policía Local. No hubo efectivos suficientes en la calle, dijeron algunos policías «porque el jefe desmanteló el operativo especial de las fiestas antes de tiempo». El viernes hubo menos agentes. Solo fueron destinados tres para el ferial. Ayer hubo cuatro, parece que el mismo número de hoy.

En la plantilla policial no dejó de causar extrañeza que durante todas las fiestas no fuese montado ni un solo control de alcoholemia. La Guardia Civil hizo por lo menos media docena en los alrededores de la ciudad.

Al margen de las alcoholemias, lo evidente fue que no hubo agentes para tanto mantero. Pudo ser una invasión porque se corrió la voz de que se podía vender, pero a algunos no les dio tiempo a llegar. Con todo, hubo bastantes más de medio centenar.

La verdadera street manta fue el paseo del parque que enlaza García Portela-O Garañón con la lonja del pabellón municipal y en él fue donde se disputó el partido entre vendedores y policías locales. Dos agentes en un vehículo controlaron por la tarde que no se abrieran las bolsas con las zapatillas falsas de Nike y Adidas, ni las sudaderas con el logo de Levis.

Pero como dos agentes no dan para mucho, mientras controlaban a unos pocos manteros, otros mantenían abierta tienda unos metros más abajo. Si en el partido hubiera árbitro, posiblemente pitaría un penalti a favor de los policías porque sus competidores recibieron varios soplos del público para que no se movieran de donde estaban. «Ni te muevas de aquí. Arriba tienes a la policía», le dijo un joven al vendedor africano que le despachó dos pantalones Levis por 30 euros.

Los más arriesgados probaron suerte en el centro y lo consiguieron. Traspasada la puerta de Bispo Aguirre en dirección a la Praza MaIor consiguieron hacer algunas ventas dos de ellos.

Mientras tanto, en las calles quedaron los vendedores de cuadros a quince euros. Las obras con motivos de Lugo y Galicia superaron en ventas al arte africano de la galería callejera del césped de la muralla.

Las novedades de ayer: un fotógrafo a la antigua usanza en la Praza Maior, y en la esquina del Círculo, concierto de marionetas con Bob Marley como invitado.