Primarias socialistas y el diálogo como argumento único

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto PULSO LUCENSE

LUGO CIUDAD

08 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras el secesionismo lleva a Cataluña hacia el abismo, los socialistas gallegos eligen al candidato a secretario general del PSdeG. En Lugo, el problema catalán y el problema socialista están muy presentes. A los socialistas lucenses, a los que el besteirismo dividió con eficacia, la posición de su partido con respecto a la cuestión catalana, lejos de unirlos, los ha dividido más. Hoy, cuando se cierren las urnas, se sabrá cómo es en realidad ese enfrentamiento. En el conflicto catalán, la alcaldesa, Lara Méndez, aboga por la negociación y su antecesor en el cargo, López Orozco, da su respaldo a los veteranos (un exministro, dos expresidentes del Senado, varios expresidentes de comunidades autónomas, etcétera) que en carta abierta a su secretario general, Pedro Sánchez, le preguntan: «(...) Diálogo, ahora, ¿con quién? ¿Diálogo, ahora, para qué? ¿Con los responsables de poner a los españoles al borde del precipicio (...)?».

Un socialista con pedigrí como Nicolás Redondo Terreros escribió pocas horas atrás que teme que el secretario general de su partido, Pedro Sánchez, «pueda volver a instalarse en un buenismo inoperante y desconcertante para la mayoría». Le pasa lo mismo que les pasa a muchos militantes lucenses del PSOE, que no saben a qué carta quedarse con el hombre que dirige su partido. El silencio, en tan alta ocasión como la actual, de afiliados como José Blanco es más que elocuente. El apoyo de Orozco a la carta abierta de Leguina, Laborda, Rojo y otros a Pedro Sánchez pone en evidencia un estado de cosas que probablemente quedará reflejado en el resultado de la votación en las primarias de los socialistas gallegos. La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, en un preocupante ejercicio de confusión histórica, llama al diálogo en la hora presente con la misma valentía que hizo posible la Transición. Tiene razón la alcaldesa: hubo valor, generosidad y deseo de paz; diálogo, mucho diálogo. Pero hoy no cabe el diálogo con los secesionistas catalanes como no hubiera sido admisible con los del 23-F. De la ley a la ley, según principio acuñado por Torcuato Fernández-Miranda, se pasó de la dictadura a la democracia, pese al 23-F. Los que firman la carta abierta a Sánchez lo recuerdan; los que la apoyan en Lugo, también. Otros lo desconocen.