Así es «villa» San Froilán: ochocientos habitantes en doscientas caravanas

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

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La mini ciudad, con barrio rico y barrio pobre, está en Garabolos, donde ya casi no queda sitio para más vehículos

03 oct 2017 . Actualizado a las 23:52 h.

Es villa San Froilán y está en Garabolos. No hay chalés ni casas convencionales, pero si caravanas de todos los tamaños, estilos y precios. Es la ciudad de los feriantes del San Froilán, emplazada a más de cinco kilómetros de las atracciones. «En Santiago estamos como reyes en San Lázaro, pero aquí nos mandan lejos. Después de trabajar doce horas seguidas durante algunos fines de semana, ya casi ni ves el camino para llegar», aseguró ayer uno de los habitantes.

La mini ciudad está configurada por unas doscientas caravanas. No hay un censo oficial. El de ojo de buen cubero apunta a que hay por lo menos 800 habitantes repartidos en varias calles de una zona que es toda una perita en dulce para que la oposición municipal ataque al gobierno por tener el lugar abandonado y cercado por los toxos.

X.C.

Villa San Froilán tiene mucha animación durante la semana y hasta las cuatro de la tarde. Se come en «casa» y después, a currar. Y los días grandes del ferial apenas queda tiempo para dormir unas cuantas horas y salir pitando de nuevo porque, dice un refrán gallego, «cando fai aire hai que limpar».

El recinto tiene dos zonas. Una vip, con modernas y amplias caravanas en las que no falta absolutamente de nada. Otra es más cutre y las viviendas ya están en muchos casos para el arrastre. Las furgonetas sirven para casi todo.

El Concello suministra agua de la traída a esta ciudad. Los feriantes también disponen de luz y no se quejan de la falta de servicios. Tienen, además, dos contenedores de recogida de basuras.

Ayer por la mañana las lavadoras funcionaban a tope para presentar rápido los tendales al radiante sol. Un gran castillo flotante parecía como si fuese el parque para los niños de la mini ciudad, pero un feriante advierte: «No, no, es que lo acaban de comprar y lo están probando».

X. C.

Mientras San Froilán llega, en la «littel» Garabolos nadie le quita ojo a los hombres del tiempo.

La caseta informativa de las fiestas abrirá a partir de las doce

La caseta informativa de las fiestas de San Froilán abrirá a partir de las doce, con la excepción de pasado mañana que lo hará desde las cinco a las diez de la tarde. Los horarios establecidos son los siguientes. Días 5, 7, 8 y 12, de doce a dos y media y de cuatro y media a diez. Días 6, 9, 10 y 11, de doce a dos y de cinco a diez.

La oficina municipal de turismo abrirá los lunes, martes y miércoles, de 11 a 14 y de 16 a 18 y de jueves a domingo, de 11 a 19.30. La Casa dos Mosaicos, uno de los recintos con más visitas, funcionará de jueves a sábado, de 11,30 a 13.30 y de 17 a 19 y el domingo, de 11.30 a 13.30 y de 17 a 19.

La Domus do Mitreo tiene los siguientes horarios: de jueves a sábado, de 11,30 a 1.30 y de 17 a 19 y el domingo, de 11.30 a 13.30 y de 17 a 19. Estos horarios son similares en Porta Miñá y el Centro Arqueolóxico de San Roque.

Autorizan una antena y un generador pegado a la muralla

La muralla, aún siendo Patrimonio de la Humanidad, sigue siendo objeto de desatenciones. A la controversia por la colocación de alumbrado en alguna de las puertas se suma ahora la autorización de una antena para facilitar las comunicaciones de móvil durante las fiestas. Está prácticamente pegada al monumento en la zona del aparcamiento de detrás del Ollos Grandes.

Quienes paseaban ayer por el adarve se encontraban con semejante adefesio y además con un generador en pleno funcionamiento. Varias personas advirtieron que la instalación ya se había autorizado también durante el Arde Lucus.

«Non voto de menos a cama da miña casa»

«Realmente só vou á casa unha vez ao ano. Será despois das San Lucas. Un mesiño para parar e poñer a punto as atraccións», explicó ayer en un empresario de Vilagarcía que tiene cincuenta años y que se crio en la feria.

Reconoce que no le fue mal, pero advierte que el trabajo es duro porque nadie regala absolutamente nada. Tiene una caravana de tres habitaciones, cocina y comedor y todas las comodidades. «Non voto de menos a cama da miña casa, podo asegurarlle», advierte.

«Pero non me trate de vostede, que senón non vou poder ir gastar un peso ao san Froilán», le digo de broma. «Na miña familia non habería moito e tiñan que ir de festa en festa, pero a educación era o primeiriño», advierte el empresario.