«La formación en edades tempranas es esencial para mejorar la seguridad vial»

e.g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

Dirigió el Parque Infantil de Tráfico desde que abrió en la vieja Frigsa, por el que pasan unos 2.000 escolares al año

01 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En junio de 1991 se puso al volante del coche oficial de la alcaldía de Lugo; desde entonces, y hasta hace unas pocas semanas, José Reigosa (Ribeiras de Lea-Castro de Rei, 1953) ha llevado a los alcaldes lucenses allí donde le han pedido. Calcula que, en desplazamientos oficiales, recorrió una media de 30.000 kilómetros al año. Casado, padre de dos hijos y abuelo de dos nietos, Reigosa dedica ahora sus mejores esfuerzos a la presidencia de Aspnais y a sacar adelante los ambiciosos proyectos que esta asociación tiene en marcha. Satisfecho de no haber tenido mayores sobresaltos al volante de los vehículos oficiales, admite que antes del GPS más de una vez las pasó canutas para dar con el punto de destino. Recuerda con especial cariño sus años al frente del Parque Infantil de tráfico, por el que cada año pasan 2.000 escolares.

-¿En qué año entró en la plantilla municipal?

-En 1982; era alcalde José Novo Freire. Entré como conductor del parque móvil. Laboralmente venía del mundo de la formación vial. Había trabajado en la autoescuela Dina, de Lugo; Madrid -París, de A Coruña; y Benjamín, de Lugo, en la que seguí otros diez años.

-En el parque móvil fue conductor de los camiones de bomberos...

-Sí, durante mucho tiempo los bomberos no tuvieron conductores propios; eran del parque móvil. Yo fui conductor de camiones de bomberos durante cuatro años. Estuve en incendios como el de Frigsa y el de Abella. Hubo algún verano, creo que fue el de 1983, tremendamente seco, que lo pasé casi todo en el monte con la carroceta contra incendios, en O Veral y por esa zona.

-¿Cuándo asume la jefatura del parque móvil municipal y, por añadidura, se convierte en el conductor del coche asignado a la alcaldía?

-En 1991, al jubilarse Secundino Fernández Murado, que, él sí, era jefe del parque móvil y de los bomberos.

-¿Qué modelo de coche oficial usaba el alcalde de Lugo cuando se puso a su volante?

-Un Peugeot 505, de importación; era un modelo del que solo había dos unidades en Galicia, lo que planteaba más de un problema a efectos de reparaciones. Ese coche, antes de ser yo conductor de la alcaldía, tuvo un accidente durante un viaje a Madrid.

-Con la adquisición del 505 quedó para uso de los concejales el anterior vehículo de la alcaldía, un histórico Seat 132...

-Sí, así fue. Y cuando se compró ese 132 para la alcaldía, el coche que usaban los concejales era el Seat 1500 que había sido coche oficial. Esa fue la evolución, sí, en cuanto a coches oficiales de la alcaldía de Lugo.

-Y llegó el momento de la marca de los aros...

-Sí. Con Joaquín García Díez en la alcaldía, se decidió cambiar el coche de la alcaldía y se adquirió un Audi A-6.

-Que alguien robó...

-En el año 2002 estábamos en obras en la nave del parque móvil municipal de la antigua Frigsa. Alquilamos una en O Ceao, compartida con una empresa. Era verano y llegamos casi de noche de un viaje. Llevé el coche a la nave, para que por la mañana lo lavasen y estuviese preparado por si había que salir. Cuando al día siguiente llegué a buscarlo, miré en su plaza y no estaba; fui al lavadero y no estaba. Pregunté al funcionario que estaba allí y me dijo que el A-6 no estaba cuando llegó él. Hice la correspondiente denuncia. El coche apareció una semana después en Oviedo, aparcado en batería y bien cerrado. Avisó a la policía un hombre que acababa de ver la noticia en la tele y, al mirar por la ventana, vio el coche. Ese vehículo está ahora al servicio de los concejales y se compró otro A-6 para la alcaldía.

-¿Tiene preferencia por alguno de los alcaldes para los que condujo?

-Por suerte, me entendí perfectamente con todos ellos; todos son amigos.

-¿Antes del GPS, cuántas veces acabó dónde no quería?

-Algunas. Siempre tenía problemas en Oporto... Y ¡mira que fui veces! Lo del GPS es una maravilla.

-También fue director del Parque Infantil de Tráfico...

-Sí. Empezó a fraguarse en 1992/1993 con el alcalde Tomás Notario. Comenzó a funcionar en el curso 95-96. Como mínimo, por allí pasaron unos 2.000 escolares cada año. Las prácticas se hacen en bicicleta, kart y ciclomotor, según la edad. Hay que recordar que Lugo fue sede en dos ocasiones del campeonato nacional de parques infantiles, que es algo de lo que pocas ciudades pueden presumir. A mí siempre me interesó la formación vial; estoy convencido de que esta formación en edades tempranas es esencial para mejorar la seguridad vial. Hay que hacer comprender a los chavales que las normas y las señales están ahí para protegernos, no para que nos multen.

«Fui conductor de camiones de bomberos

durante cuatro años»

«Me entedí perfectamente con todos los alcaldes; todos son

amigos»