La medida, aplicada en Rodríguez Mourelo, llega en pleno montaje del ferial
26 sep 2017 . Actualizado a las 13:27 h.El Gobierno local prohíbe desde hoy a los conductores que circulen a más de 30 kilómetros por hora por Ramón Ferreiro y Rodríguez Mourelo y establece un área de «coexistencia de tráficos». La medida llega a una de las avenidas más caóticas de la ciudad, especialmente a la entrada y salida de los centros educativos cuando decenas de vehículos mal aparcados lo invaden absolutamente todo con el consentimiento del Concello. La coexistencia para los ciclistas puede ser difícil y hasta peligrosa en algunos tramos al no existir un espacio amplio que los pueda alejar de los coches.
«Lugo ten que ser cada vez máis peonil, e iso é un modelo que ten moi claro o Goberno para o que o futuro pasa por recuperar espazos para o seu uso público, por restarlle espazos aos vehículos e devolverllos ás persoas». Ese fue el mensaje lanzado ayer durante el anuncio de la nueva limitación por Ramón Ferreiro.
«A idea da medida, como calquera outra acción política, é priorizar, e neste caso o goberno prioriza, de novo, ao peón, á persoa, sobre o vehículo de motor», dijo la alcaldesa mientras los operarios de una empresa colocaban la señalización vertical en varios puntos de la avenida. Por la tarde, los operarios se ocuparon de la señalización horizontal.
La intervención del gobierno local se produce en pleno caos de tráfico generado por el montaje del recinto ferial. Ayer, ya no fue posible circular por uno de los carriles de la avenida Rodríguez Mourelo, en concreto el que está delante del instituto porque tuvieron preferencia las tómbolas.
La alcaldesa volvió a reiterar que esta medida tiene una finalidad: «conseguir unha cidade sostible». La avenida tenía la limitación de velocidad máxima a 40 kilómetros por hora. Se trata de un vial que presenta muchas complicaciones como consecuencia de la configuración. A veces se mueven difícilmente dos vehículos en cada sentido de la marcha. A mayores, la incorporación de coches a la calzada que va en sentido centro de la ciudad se ve complicado por la falta de visibilidad como consecuencia de la existencia de los árboles.
La circulación es especialmente caótica a las nueve de la mañana y a partir de las dos de la tarde. Ayer, por ejemplo, se produjeron grandes retenciones. Autobuses interurbanos que salen a través de la calle Salvador de Madariaga, quedaron bloqueados en la avenida pasadas las dos de la tarde, en un momento en el que ningún policía local estaba en el lugar. A esa hora, como ya es habitual, numerosos vehículos se encontraban mal aparcados mientras los padres esperaban a sus hijos. La situación puede ser en los próximos quince días muy complicada.