Un lugués pone a la venta 21 kilos de las viejas pesetas rubias

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

LV

El propietario de las monedas, que guarda en botes, pide 100 euros por el lote y ya tuvo varias ofertas

25 sep 2017 . Actualizado a las 22:37 h.

Un lugués puso a la venta en Internet un lote de 21 kilos de las viejas pesetas rubias. Pide cien euros por todo el lote, pero escucha ofertas. Entró en el portal Vibbo, colgó la foto y a esperar a los coleccionistas o a cualquier persona que esté interesada en el producto. La venta está en la red desde el pasado 19 de septiembre en y al poco tiempo ya comenzó a tener interesados en la compra.

Las pesetas, dijo el propietario, las fueron guardando en su casa en la que hace años hubo un negocio. Las metieron en diversos recipientes y también en una bolsa hasta que llegó el momento de que se convirtieron en piezas de coleccionista porque ya no tienen valor. El dueño advierte que hasta 2020 aún se pueden canjear billetes o monedas, pero no es el caso de estas rubias. El contenido de los botes hubiese servido hace cincuenta años para una buena cena, con vino incluido. Hace unos años sería impensable que se pudieran vender cuatro tarros de cristal llenos de pesetas. Hoy, con Internet se puede despachar absolutamente de todo en los portales especializados, alguno de los cuales no cobra ningún tipo de comisión.

«Tengo varios amigos que ya no tienen ocupación que se dedican a atender las secciones de venta que tienen en diversos portales. Dependiendo de lo que se venda, pueden ser una buena fuente de ingresos. El interés por lo vintage (antiguo) es una buena promoción de muchas cosas que andan tiradas por las caas», explicó un vecino de A Piringalla que vende a través de la web.

Una mirada rápida a las páginas de venta de productos de segunda mano permite saber que no solo los lucenses se deshacen de las pesetas. También lo hacen de los billetes que posiblemente tienen buena acogida entre los nostálgicos. «Salvo que se necesite el dinero imperiosamente, yo aconsejo no vender. Dejar pasar tiempo es una buena alternativa para que se revaloricen este tipo de productos a los que, muchas veces no damos ningún aprecio», dijo Pedro Estévez, otro vendedor.