Pulpo

Antón Grande

LUGO CIUDAD

16 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las casetas del pulpo del sanfroilán se han convertido, en los últimos años,en el happening teatral de la ciudad, en algo que da ambiente a Lugo, al menos para originar comentarios, escojonarse de risa o, simplemente, para ver la agudeza para la maldad y los negocios cortos pero prósperos, a cuenta de los abusos, de unos pocos. Las casetas del pulpo eran, desde hace bastantes años, no hablemos de ahora, un coto cerrado en el que unos cuantos controlaban y ganaban, vaya si ganaban, sin mayores problemas en esta Ciudad del Excremento en el que lo habitual es humillar y dar la callada por respuesta. Hasta que llegó Irimia y mandó parar. El fiasco que montó el año pasado fue de órdago a la grande pero sirvió para que los de siempre se quedasen “a velas vir” pues frente a un empresario que ofertaba veinte euros sobre la oferta de salida, la realizada por Irimia superaba con creces la misma. Y las otras, así que se las tuvo que tragar hasta que visto lo sucedido, decidió abandonar y dos casetas, con sus calderos, salieron de nuevo a propuesta de ofertas.

Fue entonces cuando llegaron los listillos. Una de las empresarias decepcionada el pasado año se montó una línea de ofertas familiares de tal modo que logró la puja pero luego, con sus artimañas, los familiares y amigos, fueron desistiendo uno a uno y claro, rebajando el precio al dejar paso a los siguientes. Muy bonita la jugada. jugada. Sin lugar a dudas, también muy legal. Pero lo que no se puede negar es que carece de ética y profesionalidad empresarial. Y yo, sin ética y sin profesionalidad, no como el pulpo.

Y que San Froilán me perdone.