El modelo «asfalto verde» y calles sin salida se implanta en la zona peor comunicada de la capital lucense
05 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El gobierno local busca un Lugo sostenible, pero el barrio de A Cheda, es todo lo contrario. «Hace por lo menos veinte años que no hay una inversión en la zona», dijo ayer un vecino que cuidaba su pequeña huerta. Quienes viven en la zona, a pesar de la proximidad con el centro, están como acorralados. Apenas tienen una salida y entrada en malas condiciones a la N-VI y los ejes principales de acceso son Marqués de Ombreiro y la avenida de As Américas.
«Aquí non chega nin o asfalto. ¿E cre que virá a pasarela? Parécenos un conto máis?», plantearon ayer varias personas. La rúa río Sar, tiene el nombre, pero el alquitrán se cambia por césped de prado verde. No hay aceras, ni alcantarillado y sí mucha maleza. Es la calle del «asfalto verde».
Las calles del barrio están dedicadas a ríos y algunas se quedan totalmente ahogadas sin salida a ninguna parte o, en el mejor de los casos, con unos accesos pésimos. El ejemplo está en la río Azúmara que discurre en algún tramo casi paralela a la «valla de Melilla» -como le pusieron algunas personas del barrio a la tela metálica que colocó Fomento en la N-VI, que aisló todavía más el barrio- y que acaba de repente en un garaje y en un camino estrecho que permite seguir a pie hacia la Río Eume, que acaba en un talud por una parte y en el patio de una casa particular, por otra. Algo similar le ocurre a Río Masma que también se encuentra inacabada y, según los vecinos, así seguirá.