El joven de 19 años es el primer español que ingresa en el prestigioso Teatro Mariinsky, de San Petersburgo
27 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El joven bailarín lucense Raúl Ferreira, de 19 años, ingresará el día 1 en el ballet del Teatro Mariinsky, de San Petersburgo (Rusia). Se trata del primer español de la historia que ingresará en esta prestigiosa compañía.
-¿Cómo llega un lucense al Teatro Mariinsky?
-Comencé mis estudios de Danza Clásica en el Conservatorio Profesional de Danza en Lugo. Estuve aquí durante unos once años. A los 17 años fui a hacer un cursillo de verano a Alicante, y allí la directora me dijo que tenía potencial para danza clásica, y me aconsejó que hiciera una audición para la academia Vaganova de San Petersburgo. Envié un vídeo y fui aceptado. Y desde septiembre del 2015 hasta junio del 2017 estuve estudiando allí. Ahora, después de graduarme en la academia, fui aceptado para el Teatro Mariinsky.
-¿Qué tal han sido estos meses en Rusia?
-Estos dos últimos años he estado viviendo en el internado de la academia. En mi día a día tomaba mi clase de danza clásica matutina, teníamos luego una segunda clase (carácter, paso a dos, interpretación, repertorio...) y después ensayos para las diferentes actuaciones que teníamos que bailar. Y así todos los días.
-¿Qué son más difíciles? ¿Los ensayos o las clases de ruso?
-Claramente, los ensayos, ya que requieren mucha concentración y poner toda tu energía física y mental durante esas dos o tres horas. En ruso me comunico sin problema, aunque no lo domino a la perfección.
-¿Cómo se valora el ballet en Rusia? ¿Es una situación diferente a la que hay en España?
-En España no hay ningún tipo de tradición de danza clásica, mientras que en Rusia el ballet es respetado y aceptado a nivel popular. Mi profesión es muy importante allí.
-¿Cómo surgió el interés por la danza?
-Desde muy pequeño siempre me gustó bailar, pero fue mi logopeda quien me dijo que tenía que realizar algún tipo de actividad artística y me animó a ello. Estuve bailando durante un año en una escuela privada pequeña y vi que me gustaba, así que con 6 años empecé en el Conservatorio. Iba muy ilusionado y con ganas de bailar y aprender.
-¿Qué siente al ser el primer español en el Teatro Mariinsky?
-Estoy muy orgulloso.
-Este es un reto muy importante para usted. ¿Dónde se ve dentro de unos años?
-Mi objetivo es alcanzar el máximo potencial al que yo pueda llegar, y a lo que me lleve. Por supuesto que me gustaría hacer roles solistas, pero todo paso a paso y con paciencia
-¿Tiene algún ídolo en el mundo de la danza?
-Admiro a muchos bailarines por su técnica o expresividad, pero no tengo ningún ídolo en concreto.
-¿Piensa volver a España?
-En un futuro sí, ¿por qué no? Pero ahora mismo no porque sé que tengo que seguir formándome como bailarín, y Rusia es el mejor sitio para hacerlo.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Lugo?
-La comida, sin duda. En Rusia comemos mucha col, ensaladas, sopas y pollo.
-¿Qué recomendación le daría a los bailarines que se están preparando ahora?
-Que nunca renuncien a su sueño, que continúen porque el trabajo siempre tiene su recompensa. Y que mantengan su fe.