Ofensiva municipal contra la venta callejera con multas de 600 euros

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Begoña Gómez

La Policía Local presentó en los últimos meses decenas de denuncias

23 ago 2017 . Actualizado a las 22:32 h.

El gobierno local mantiene una ofensiva para impedir la venta callejera en la ciudad. En las últimas semanas «llueven» las denuncias formuladas por agentes de la Policía Local a personas que fueron pilladas en el centro de la ciudad. Pero, a mayores, hay un especial seguimiento al mercadillo de martes y viernes que se celebra en Frigsa donde policías y vendedores juegan, en ocasiones, al gato y al ratón.

Todas las denuncias que llegan al Concello son resueltas en la mayoría de los casos con sanciones de 600 euros, que es el importe mínimo en el caso de infracciones consideradas como leves en la correspondiente ley. En los últimos días, la alcaldesa firmó más de una decena de decretos de imposición de multas.

Fuentes municipales explicaron que en la ciudad no se permite la venta callejera. Esa advertencia incluso está reflejada en algunas señalas colocadas a la entrada de la ciudad. Únicamente es posible realizar comercio en las calles en determinados eventos y pagando las correspondientes tasas.

Entre los denunciados aparecen personas que intentaron vender productos, en muchos casos rescatados de la basura, en improvisados rastillos que tratan de montarse los domingos en la Praza Maior, donde no es infrecuente que se produzcan intervenciones de la Policía Local. Pero a mayores, otro punto caliente, es el mercadillo de Frigsa. Los martes y los viernes vendedores, especialmente de origen rumano y magrebí, echan un pulso a los policías locales. Hay ocasiones que un coche patrulla con dos agentes está dedicado única y exclusivamente a que no haya rastrillo en Frigsa. Muchas veces los callejeros esperan a que los policías abandonen el lugar para montar sus puestos en el suelo. De poco sirven las sanciones a los denunciados porque estos son insolventes y no pagan.

Pero a mayores de Frigsa, los policías también desarrollan vigilancia en el centro. A modo de ejemplo está el caso e un hombre que fue sorprendido a las cuatro y media de la madrugada vendiendo productos sin autorización municipal a quienes estaban de copas en la rúa Catedral. Lo mismo le ocurrió a otro vendedor callejero que operaba de madrugada en la rúa dos Clérigos.

Se da la circunstancia de que uno de los vendedores fue sorprendido dos veces en la misma noche y en la misma calle, pero en horas distintas. La sanción que le impusieron alcanza los 1.200 euros, pero posiblemente ni la abone.

En la misma noche que las multas anteriores también fue sancionada una mujer que también vendía diversos artículos en la Praza de Santa María, a las cuatro y diez de la madrugada.

También por el día

Hay sanciones que fueron impuestas por el día. Es el caso de la aplicada a una mujer que fue sorprendida en el Campo Castelo, a las dos y media de la tarde del día 1 de julio. El Concello está tramitando en los últimos días las sanciones impuestas a lo largo de los meses de junio y julio, entre ellas las efectuadas durante la celebración del Arde Lucus.

El Ayuntamiento sigue el procedimiento habitual en estos casos de facilitar un descuento del 50% por pago en un plazo de quince días. En casos similares tramitados con anterioridad, los vendedores denunciados no abonaron cantidad alguna y la institución municipal tendrá dificultades para cobrar.

Algunos vendedores se quejaron de que la venta ambulante sí es consentida en las entradas de la ciudad.