El plan de ayudas incluye 687 edificios del casco histórico y 25 del Sagrado Corazón
13 ago 2017 . Actualizado a las 21:46 h.Esta semana PP y BNG pusieron al concejal del equipo de gobierno Daniel Piñeiro contra las cuerdas. Dejó pasar una solicitud de fondos para rehabilitaciones en el casco histórico y también en el Sagrado Corazón, que son las ARI que tiene concedidas el Concello de Lugo. Además le llovieron quejas por no haber incluido en el plan alguna zona más. El edil se defendió diciendo que hubo pocas solicitudes de ayudas; que el dinero que quedó sobrante lo emplearán este año y que, por lo tanto, no hacía falta pedir más. A mayores dijo que, posiblemente, habría que centrar el debate en si realmente las subvenciones eran tan atractivas como para que los propietarios se decidiesen a reformar.
Para empezar, ARI significa Área de Rehabilitación Integral. Lugo tiene concedidas actualmente dos. Una es la del casco histórico, desde el 13 de marzo de 1998 y otra es la del barrio del Sagrado Corazón, en vigor desde el 19 de julio de 2007. En el primer caso, tienen opción a obtener subvención un total de 687 edificios que están dentro del casco amurallado y los que bordean el monumento. En el segundo, la acción se centra en 25 inmuebles. En el centro se sitúan 2.268 viviendas y 340 en el Sagrado Corazón.
Los resultados del último ejercicio indican que los vecinos incluidos en las dos áreas apenas le sacaron jugo al plan. Solo se destinaron unos 30.000 euros, lo que supone que apenas fueron presentados una decena de proyectos. El portavoz del grupo municipal del PP, Antonio Ameijide, asegura que una buena parte de la ciudadanía desconocía la existencia de las ayudas porque el gobierno municipal no las publicitó. «Y no sirve decir, como hizo el concejal del ramo, que sale la información en los decretos, no. La información tiene que llegar a los propietarios de los inmuebles, los emprendedores, los empresarios... Y no llegó», indicó.
Rubén Arroxo, portavoz del BNG, el partido que descubrió que Lugo había pasado este año de las ARI, dice que es lamentable que una ciudad que aspira a tener un casco histórico declarado patrimonio de la humanidad, pase de las ayudas para rehabilitar. «Con que valor vamos criticar agora que non hai investimentos no casco histórico se non son capaces nin de aproveitar os fondos que se ofrecen?», se preguntó Arroxo.
Daniel Piñeiro, del equipo de gobierno, asegura que el mes que viene sacarán la convocatoria para optar a los 200.000 euros que sobraron. De todos modos, el portavoz del PP, resalta que al no pedir ARI este año, las subvenciones serán más bajas porque en la nueva convocatoria se incrementan al aportar dinero la Xunta.
El ARI del pasado ejercicio contemplaba hasta 11.000 euros de subvención por cada vivienda objeto de rehabilitación y 30.000 por cada una construida en sustitución de una demolida. Los socialistas entienden que estas ayudas no son atractivas cuando hay que gastarse hasta 200.000 euros, o más, en las obras y, además, la burocracia complica, todo el proceso.
En el PP no están de acuerdo. Dicen que las ayudas son un gran estímulo. «Tampoco se puede pretender que se paguen las obras en su integridad con fondos públicos. Es un 35% del presupuesto como máximo y esa cuantía aún es mayor este año, pero los lucenses no podrán optar a ella, por la ineficacia del gobierno local», dijo Ameijde.