O Vello Cárcere se convierte en cuatro meses en un lugar de referencia y acogerá el Centro de Estudo de Historia da Cidade
12 ago 2017 . Actualizado a las 17:42 h.La vieja cárcel de Lugo, O Vello Cárcere, la joya de la corona de los fondos europeos del Plan Urban, se ha convertido en solo cuatro meses, desde que abrió, en un lugar de referencia de la ciudad que ha atraído ya a miles de personas (no existe una contabilidad oficial, pero sí 1.200 visitas guiadas) por diferentes motivos: como curiosidad por conocer por dentro una prisión, para admirar la rehabilitación que hicieron los arquitectos Juan Creus y Covadonga Carrasco, para ver alguna de las exposiciones ya presentadas, para conocer la represión franquista en la ciudad, para escuchar música desde el panóptico, para asistir a sesiones de cine o conferencias en su auditorio, para ver desfiles de modelos o simplemente por el hecho de conocer un edificio histórico y con historia.
La prisión de Lugo entra de esta manera en la nómina, escasa de momento, de penales españoles que fueron rehabilitados y abiertos para un uso cultural, educativo y social. En el resto del mundo existen muchos viejos penales hoy convertidos en hoteles, en museos o en edificios turísticos. Pero O Vello Cárcere es mucho más. Además de que tendrá su parte lúdica cuando abran la cafetería con sus vistas a la Muralla, también acoge en sus dependencias el servicio de arqueología municipal, donde en breve trabajarán varios contratados en un taller de empleo para investigar y catalogar las cientos de piezas que se almacenan en el edificio. Y en breve, gracias a un convenio con la USC, será la siempre ansiada sede del Centro de Estudo de Historia da Cidade, que se impulsó hace casi dos décadas desde Humanidades.
Arte, historia, arqueología, política, educación, cine, música... O Vello Cárcere ha llegado para quedarse y ser referente de Lugo.