La Oficina del Peregrino seguirá dando compostelas con salidas desde Lugo

Suso Varela Pérez
SUSO VARELA LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Carlos Castro

La Archidiócesis no tendrá en cuenta los cambios de kilometraje que hizo Turismo

04 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El centro de Lugo, según el nuevo trazado y las nuevas señalizaciones realizadas por la Axencia Galega de Turismo, ya no está a cien kilómetros de distancia de Santiago, requisito imprescindible para recibir la apreciada compostela que acredita haber hecho el Camino de Santiago. Si la entrada a la ciudad antigua por la Porta de San Pedro antes estaba indicada a 103,625 kilómetros, el nuevo mojón marca ahora 99,583.

Ante este hecho, que podría hacer variar de opinión a los responsables de emitir la citadas compostelas, desde el gobierno local se pusieron ayer en contacto con la Oficina del Peregrino en Santiago, dependiente de la Archidiócesis de Compostela. Desde esta entidad que gestiona la llegada de los peregrinos se dejó bien claro ayer, tal y como explicó la edila de Cultura, Carmen Basadre, que no se tendrá en cuenta la nueva marcación. «Dixéronme que para eles Lugo está a 104-105 kilómetros e con iso é suficiente para poder conseguir a compostela», explicó Basadre, quien sí indicó que el peregrino que inicie el camino en la capital lucense deberá obtener el sello de Lugo como certificación.

La cuestión para nada es baladí. El impacto económico y turístico de un núcleo en el Camino de Santiago tiene mucho que ver -entre otros factores, como ser salida o final de etapa- con la distancia a la que esté de Compostela. Y si aún por encima está un poco por encima de los 100 kilómetros, como es el caso de Lugo, tiene su importancia simbólica y, sobre todo, socioeconómica. Este hecho lo conocen bien en Sarria, donde a modo de ejemplo el pasado mes uno de cada cuatro peregrinos que consiguió la compostela salió de esta villa.

Quejas por los nuevos mojones

Por otra parte, la colocación de los nuevos mojones, que en el caso de Lugo ha acortado en hasta cuatro kilómetros su distancia con Santiago, no ha dejado indiferente a diversos colectivos, vecinos y municipios por donde atraviesa el Camino Primitivo. Fuentes consultadas explican que las mediciones que hizo la Axencia Galega de Turismo son erróneas y que se ejecutó las obras de reforma a empresas privadas «que non teñen coñecementos históricos ou polo menos sensibilidades coa traza e as características do camiño». Al parecer, se presentaron varias quejas ante Turismo sobre la colocación de los mojones y sobre las dudas de las nuevas distancias, pero desde el organismo de la Xunta las han desestimado.

Sobre esta polémica está de fondo la decisión que tomó el gobierno gallego de retirar a la Consellería de Cultura y a Patrimonio las competencias en los caminos de Santiago y otorgárselos a la Axencia Galega de Turismo. «Moitos traballos que se fixeron de suposta mellora non contaron coa presencia de técnicos de Patrimonio ou polo menos de expertos», señalaron.