Fernando trabaja en un centro de salud de Las Palmas. Dobla turnos para juntar días y viajar a su casa de Lugo. Evidentemente no puede llevarse el coche al aeropuerto porque tarda un mes en regresar y eso es un dineral. «El vuelo es fantástico porque sale de la isla a media tarde; permite trabajar por la mañana, comer tranquilamente y luego, volar. Estas en Santiago a las nueve y media de la noche. Ah, pero al bajar resulta que no hay Freire. O duermes en el aeropuerto o te vas a Compostela. Yo, finalmente, opté por alquilar un garaje en Compostela y voy recoger el coche. Pago 45 euros por mes y no estoy pendiente de los sablazos que me puedan dar los párkings», explicó este sanitario lucense.