La veterinaria es la única gallega especializada en Etología Clínica y figura entre los siete expertos de España
23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La veterinaria Ángela González Martínez es una de los siete diplomados europeos en Etología Clínica, una especialidad que investiga el comportamiento de los animales. Sería el equivalente a la psiquiatría en humanos. De Galicia es la única profesional con esta acreditación europea. Por su consulta del hospital Rof Codina pasan semanalmente entre tres y cuatro casos y ve cien nuevos cada año, la mayoría son perros y gatos. González Martínez intervendrá en un congreso que se celebra este fin de semana en Lugo que abordarán la importancia de la exploración neurológica en los problemas de comportamiento, hasta el manejo y control del estrés en la fauna silvestre. Ella abordará la ansiedad por separación y la agresividad canina a las personas de la familia.
-¿Qué aborda la etología clínica?
-Es una rama de la veterinaria que estudia las patologías del comportamiento de los animales cuando estos son peligrosos o simplemente anómalos. Abarca desde la agresividad, la ansiedad por separación, las fobias y los destrozos. Estudiamos las causas y los tratamos, a veces con fármacos.
-¿Qué tipo de animales son susceptibles de esta consulta?
-Tratamos a perros, gatos y animales exóticos, pero también atendemos a caballos y a otros animales de renta.
-¿Cómo puede saber el propietario de una mascota que necesita visitar a un especialista en etología?
-Habitualmente se sabe porque el animal se comporta de forma diferente. Los hay que no saben quedarse solos y sin su propietario. Sufren ansiedad y aumentan sus movimientos. Buscan como salir, aúllan, ladran, gimen e incluso orinan y defecan por el estrés que acumulan. Es un problema que se suele solucionar con una buenas pautas de comportamiento. A veces es también necesario el tratamiento farmacológico.
-¿Y cuándo muerden?
-Si un perro muerde es un problema importante y peligroso. En estos casos lo primero es valorar el riesgo y preservar la seguridad de quienes rodean al animal. Hay una serie de pautas para evitar esos posibles riesgos. En caso de que no sea factible, hay que retirarlo de la vivienda e incluso medicar. Detrás de las agresividades siempre hay o miedo o una patología orgánica: dolor enfermedades endocrinas ...
-¿La eutanasia es la solución?
-En un perro que muerde a un humano hay que valorar bien los riesgos. En la mayoría de los casos se pueden contener. Hay que estudiar cada caso de forma individual. Si tienes un perro que muerde al bebé de la familia, esta es una de las situaciones más graves que se pueden presentar. A lo mejor había que buscarle otro hogar. La mayoría de ellos mejoran y no es necesario recurrir a la eutanasia. Los casos en los que hay que hacerlo son muy pocos y especiales y la decisión le corresponde a un especialista.
-¿Cómo se pueden detectar esos casos?
-Tenemos que aprender a ver y a escuchar a nuestras mascotas para darnos cuenta de cualquier tipo de comportamiento que nos permita saber si están enfermos o no. Nadie nos enseña el lenguaje corporal o vocal de los animales y sería importante conocerlo porque nos dice mucho de cómo actúan.
-¿Los destrozos de los perros jóvenes son una patología?
-No tienen por qué. Puede ser un juego relacionado con el cambio de dentición. En esta edad tienen que explorar, igual que los bebés, y hay que tener una casa a prueba de perros, como con los niños y dirigir sus comportamientos a cosas que puedan morder, como sus propios juguetes interactivos. Estos comportamientos suelen ser molestos, pero no patológicos.
-Cuántos casos atiende?
-Tenemos consulta tres días a la semana, con 3 o cuatro casos porque duran entre una hora y media o dos horas. Son casos complejos. Al año vemos unos cien nuevos.
«Los cambios de comportamiento de las mascotas nos permiten saber si están enfermas»
«Los casos en los que hay que recurrir a la eutanasia son pocos y especiales»