Miriam Vázquez afronta su sexto tumor: «La vida es maravillosa»

LUGO CIUDAD

Óscar Cela

La joven lucense se rapó la cabeza en el escaparate de una tienda para desmitificar la caída del pelo por la quimioterapia

03 mar 2017 . Actualizado a las 08:01 h.

Para Miriam Vázquez Pérez, una lucense de 23 años, que afronta la quinta recaída de un sarcoma de Ewing, que le diagnosticaron a los 14 años en una pierna, perder el pelo no es ninguna tragedia. «La vida es maravillosa. El pelo se cae, pero dentro de unos meses vuelve a nacer, lo importante son otras cosas», confesó después de que la raparan sus amigas en un escaparate de la calle San Marcos, una de las más céntricas de Lugo. La puesta en escena, con la que pretendía desmitificar este momento, que para la mayor parte de los afectados, sobre todo mujeres, supone un mal trago, fue quince días después de que iniciara su sexto tratamiento con quimioterapia y de que empezaran a soltársele mechones de pelo.

Miriam Vázquez, que por su dilatada experiencia sabe de lo que habla, decidió compartir públicamente este momento y lo hizo con la amplia sonrisa que la acompaña en todo momento y que es el símbolo de la asociación a la que pertenece, Somos Unidos por el Cáncer.

«Quiero demostrar que hay miles de cosas mucho más importantes y dejar constancia de que, aunque la gente nos vea diferentes sin pelo, porque obviamente cambiamos de look, somos las mismas personas».

ÓSCAR CELA

A la joven lucense, que se define a sí misma como Míster Potato por las partes del cuerpo que le han extraído o le han cambiado de sitio en los nueve años que lleva conviviendo con la enfermedad, le diagnosticaron una recidiva a finales de enero. 

«Solo es un poco de pelo»

Miriam Vázquez escribe en el blog quedamuchavida.blogspot, en el que relata su prolongada experiencia de convivencia con la enfermedad. «Tenía muchas ganas de raparme y de grabarlo para que la gente que me sigue en las redes sociales sepa realmente cómo es el cáncer», confesó. «Pero -añadió- justo el martes dije: quiero hacer algo para que sepa todo el mundo que no soy la única a la que le pasa esto. Somos muchas y realmente solo es un poco de pelo».

Inicialmente tenía previsto raparse la cabeza en la calle, pero finalmente optó por el escaparate de la tienda de ropa infantil que le brindó una amiga suya. Detrás del cristal se cortó las coletas en las que llevaba recogido el pelo, que se tiñó hace unos días de color azul. Tres amigas suyas la acompañaron en este momento y una de ellas le pasó la maquinilla con la que le rasuraron la cabeza.

Desde la calle seguían los movimientos de Miriam Vázquez y de sus amigas los padres de la joven, directivos de la asociación Somos Unidos por el Cáncer y personas que pasaban en aquellos momentos por la calle y que preguntaban qué era lo que estaba ocurriendo. Alguna mujer que había pasado por esta experiencia le transmitió ánimos. «Yo también he pasado por ello y ya ves, vuelvo a tener pelo, solo que antes era rizado y ahora liso. De esto hace un año», le dijo. «Las mujeres somos guapas con pelo y sin pelo», añadió. 

Actitud positiva

La joven demuestra una actitud muy positiva frente a la enfermedad. Después de que le diagnosticaran la quinta recidiva confesó que no se iba a replegar. «No lo hice -dijo- en las cinco ocasiones anteriores y la sexta no va a ser diferente». «Soy realista -confesó- y sé que es una enfermedad que tiene un proceso largo y difícil, pero hay que tomarlo con ganas y, en eso estoy».