Un lavacoches «vip» en pleno barrio Feijoo

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

OSCAR CELA

El emprendedor se ha especializado en vehículos de alta gama, que representan el 70% de su clientela

07 dic 2016 . Actualizado a las 10:24 h.

El lucense Rubén Prado Vázquez, a sus 23 años, ha conseguido ocupar una parcela del mercado del automóvil en la que apenas tiene competencia en Lugo por su especialización. En el año y medio que lleva funcionando y gracias a su afán de perfeccionismo en el trabajo, del que no le gusta presumir, ha conseguido una importante cartera de clientes, la mayor parte propietarios de vehículos de alta gama. Prado Vázquez se dedica al lavado artesanal de coches (car detail o detallado, en el argot del sector) desde su taller de la rúa Río Támoga, en el barrio Feijoo. En estos días se enfrenta al difícil reto de dejar como nuevo un Ferrari, al que le ha desmontado hasta el salpicadero. Calcula que necesitará entre 85 y cien horas de trabajo para poder dejarlo como nuevo.

Rubén Prado estudió la especialidad de Mecánica en el instituto de Formación Profesional de As Mercedes. Acabó hace tres años y mientras no se decidió a montar su propio negocio, se dedicó a reparar los vehículos a sus colegas. Ellos fueron los que descubrieron sus habilidades, reforzadas con su meticulosidad y paciencia en el trabajo, y los que lo animaron a montar el negocio del barrio Feijoo, en el que ha realizado una elevada inversión en maquinaria y en el acondicionamiento del local.

No cobra por horas

El lavacoches no cobra por horas, lo hace por trabajo realizado. La factura de la limpieza interior de un vehículo supera los 200 euros, dependiendo de la complejidad, porque desmonta los asientos. La de la exterior también ronda esa cifra. En este último caso hasta aplica tratamientos de ozono. El precio es una de las razones por las que la mayor parte de su clientela, el 70%, según Prado, son propietarios de vehículos de alta gama.

Una vez superados los primeros meses, en los que se fue abriendo camino en el sector a través de la especialización, ahora su fama ha traspasado los límites de Lugo. No solo le llegan clientes de toda Galicia e incluso de fuera -uno de los últimos se desplazó desde Madrid con su Mini Cooper, después de ver la meticulosidad de su trabajo en las fotos que publica en Internet- sino que ya tiene lista de espera de una semana y en momentos puntuales, de dos.

El Porsche de Sergio Vallejo, con el que corrió el Campeonato de España de Rali, no tiene secretos para el «detailler» lucense, que se encarga periódicamente de dejarlo en perfectas condiciones para competir.

Modelos poco frecuentes

El vehículo más raro que pasó por el bajo de Río Támoga, según Prado Vázquez, fue un Ruska Regina, un buggy de fabricación holandesa, que el mecánico, que no había tenido oportunidad de ver de cerca antes. Prado también es un gran aficionado al mundo del motor y disfruta viendo estos vehículos. Por su manos han pasado incluso motos, aunque son una minoría. Trató una Buel, un ejemplar raro con motor de Harley Davidson, que lleva el depósito en el chasis y una MV Augusta, entre otras.

Rubén Prado en su intento de mantenerse en la avanzadilla del detallado de coches ha viajado recientemente a Las Vegas, a una de las ferias más grandes del sector del automóvil del mundo, que dedicó dos pabellones como el recinto ferial de Lugo, según explicó, a su especialidad.

El viaje no solamente le sirvió para acceder a la última información y productos sobre un trabajo tan artesano y especializado como el suyo, sino que conoció en persona a algunos de sus ídolos del mundo del motor, de los que regresó con fotografías con sus correspondientes autógrafos. En el taller de Río Támoga hay ahora imágenes de Aaron Kaufman y Richard Rawling, el famoso dúo mecánico de Latinoamérica; o de Adrienne A. J. Jania, conductora de un programa del motor de gran audiencia en Estados Unidos.

Tratamientos preventivos

El lucense no se dedica solamente a tratar los vehículos para intentar recuperar su apariencia como cuando eran nuevos, sino que también tiene una vertiente de prevención. Aplica tratamientos preventivos contra los rayazos o las manchas, entre ellas de excrementos de aves, como los estorninos, a coches nuevos o recién comprados. Prado asegura que en ocasiones los clientes de este último tipo de vehículos son los propios concesionarios. Según dijo, el resultado del trabajo está garantizado.

tratamiento completo para un ferrari

¿Pará que se necesitan entre 85 y 100 horas con un Ferrari? Según el mecánico, lo necesita para dejarlo en condiciones porque, no solo tiene que retirar el salpicadero, que volverá a colocar en su sitio, sino también sacar los asientos para quitarles las manchas, repararlos y devolverles prácticamente su color original. Además le limpiará el motor a conciencia, hará lo propio con los pasos de las ruedas y con las llantas y le pulirá la carrocería y se la encerará con productos de alta calidad, que es otra de las máximas de su filosofía de negocio.