Sin problemas y con autoridad resolvió la visita de Castellón el Breo. Le bastaron diez minutos para solventar el compromiso de un partido que se repetirá muchas veces: un rival menor, como la mayoría, y una muesca más camino del ascenso. Aguantan Coruña y Lleida, veremos por cuánto tiempo. Y también se mantiene Retabet, precisamente el rival de esta noche. Nos birló el ascenso en aquella triste tarde de Cáceres. Al igual que sucedió en Ourense, no era mejor que nosotros, pero lo fue justamente aquella tarde, en el momento preciso. Regresó a la LEB Oro voluntariamente para salvar su economía. Poco queda de los días gloriosos, con un ejército de espónsores por detrás. Juega con una plantilla justa, un base experto y estelar en esta Liga como Ricardo Uriz, que, junto a Carlson y Sergi Pino, está cada partido por encima de los treinta minutos. Y al frente, Porfirio Fisac, un entrenador contrastado y con oficio que vive su segunda etapa en San Sebastián. Exprime Porfi sus recursos y estará ahí arriba hasta el final. Pero sus recursos son mucho menores que los que maneja Natxo Lezkano en el Breogán. A partir del quinteto titular, el banquillo del Breo es mucho más profundo y de más calidad. Claro que habrá que demostrarlo a partir de las nueve. Ellos fueron capaces de anar en Lleida, nuestro primer descalabro. Como en Lleida, tampoco este partido es decisivo, pero sí muy importante para tumbar a un rival directo, marcar territorio y empezar a sembrar de cadáveres la cuneta. Nadie cuestiona la plantilla azul ni tampoco su recorrido en la Liga, pero todos esperamos ese gran triunfo lejos del Pazo. No pudo ser en Lleida, San Sebastián es la próxima estación. Sería fantástico regresar a Lugo siendo todavía primeros y dejando claro quién es el gran favorito.