Una médica lucense de 62 años da a luz felizmente a la niña milagro

Xosé Carreira LA VOZ / LUGO

LUGO CIUDAD

Carlos Castro

«Soy la mujer más feliz del mundo», dice la madre que pide poder descansar después de la cesárea

11 oct 2016 . Actualizado a las 00:29 h.

La bebé milagro ya está aquí. La médica gallega Lina Álvarez se convirtió, con 62 años, en una de las madres de mayor edad del mundo. «Soy la persona más feliz del planeta. Todo salió perfectamente», dijo la protagonista de esta historia cuyo embarazo fue todo un acontecimiento. Lina, como así se llama la bebé, pesó algo menos de dos kilos y medio. A lo largo del día tomó sus primeros biberones y, por increíble que les pueda parecer a las mamás, el pecho de su madre.

La pequeña Lina llegó antes de lo esperado. Su madre aguardaba que el parto se produjese en un par de semanas, aproximadamente, pero los ginecólogos decidieron anticiparlo. Ayer por la mañana se pusieron manos a la obra en el Hospital Lucus Augusti para llevar a cabo la cesárea que se desarrolló sin ningún tipo de incidencia.

Lina Álvarez hacía casi una semana que no acudía a su pastelería favorita para desayunar un pastel de plátano que hacían especialmente para ella. Había comenzado a sentirse incómoda como consecuencia de unas subidas de tensión y los médicos que la atendían decidieron que lo mejor era ingresarla para tenerla en observación. Y finalmente decidieron que después del Domingo das Mozas darían la bienvenida a Lina, la que dentro de unos años será una nueva moza en una provincia en la que el índice de natalidad es de los más bajos de España.

La pequeña Lina pesó dos kilos y 375 gramos. «Lloré de emoción durante mucho tiempo», recordó su madre que vivió también momentos muy emotivos cuando su hijo Exiquio, de 28 años, pudo conocer a su hermana y mostrar una grandísima alegría. Exiquio sufre una parálisis cerebral. Desde su nacimiento, su madre ha mantenido una constante lucha para intentar que la justicia reconociese que el grave problema de este muchacho es consecuencia de que le pincharon la cabeza cuando a su madre le realizaron una amniocentesis.

La «bebé milagro» tiene también un hermano, Samuel, de diez años. Lina lo tuvo con 52 años. Cuando a los 62 optó por tener otro hijo y volvió a quedarse embarazada, su vida cambió por completo hasta el extremo de que se sentía totalmente rejuvenecida. Durante el proceso, su vida apenas se vio alterada y cuando La Voz de Galicia dio a conocer su caso tuvo que atender a casi un centenar de periodistas de toda España y también medios de otros países de Europa y Estados Unidos.

«Ahora os pido, por favor, que me dejéis descansar por lo menos un par de días, para disfrutar de mi niña y reponerme. Y realmente no sé cómo será porque comprendo que os interesa la noticia», dijo ayer Lina Álvarez, que solicitó expresamente que no se le hiciesen fotos.

A lo largo del día recibió numerosas felicitaciones de amigos y familiares. Le llegaron varios ramos de flores y otros obsequios. «No avisé a todos los que tenía que avisar y vosotros [por los periodistas] ya lo sabéis. ¿Quién os lo dijo?», preguntó la veterana mamá. Espera que hoy le retiren los goteros que le pusieron y que pronto pueda abandonar el hospital.