Nuevo intento para que la obra del río tampoco se acabe este verano

Miguel Cabana
miguel cabana LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

alberto lópez

La Hidrográfica abrió otro plazo de alegaciones y Adega pidió que siga parada

30 jul 2016 . Actualizado a las 12:26 h.

Todo parece indicar que las obras de la Fábrica da luz van a quedar paralizadas otro verano más y los lucenses tendrán que seguir viendo la escollera en medio del río, las obras sin terminar, y la fábrica de la luz cayéndose a trozos después de invertir en ella un dineral de fondos públicos. Cuando todo apuntaba que las obras se reiniciarían este mes de agosto al alcanzarse el estiaje o caudal mínimo, la Confederación Hidrográfica ha iniciado otra operación que, con la colaboración de Adega, parece que dejará parada la obra otro año más.

Sorprendentemente, la Confederación Hidrográfica abrió el martes de la semana pasada (día 19) un nuevo proceso de alegaciones de diez días, que terminó ayer y que sirvió para que Adega, por primera vez, presentase unas alegaciones, tras años sin hacerlas en su momento. Y las presentó ayer mismo, el último día de esos diez concedidos por la Hidrográfica justo en el momento en que se iban a iniciar las obras. Una vez recibidas esas alegaciones de Adega, la Confederación puede alargar su estudio y contestación durante el tiempo que quiera, es decir, probablemente varios meses; una vez que termine el tradicional mes de vacaciones de agosto para los funcionarios.

Es decir, que todo indica que este verano seguirá congelada la obra; la ataguía a medio construir permanecerá medio del río; la zona seguirá sin poder ser usada por los lucenses; y el caneiro está cada vez más roto por la presión de agua que le traslada la ataguía durante el invierno.

La maniobra

La maniobra consistió en aprovechar una contestación de la Xunta para volver a abrir un nuevo proceso de alegaciones, precisamente en verano, y así volver a dejar parada la obra durante la época de estiaje, que es cuando la declaración de impacto ambiental permite que se trabaje. En el mes de mayo pasado, la Xunta envió un informe dando el visto bueno a los detalles técnicos de dos escalas para truchas que se tienen que construir para permitir que los peces puedan atravesar el caneiro cuando esté terminado. La Xunta dio por buenos los detalles del proyecto presentado por la empresa Inca. Sin embargo, dos meses después, precisamente cuando está a punto de llegar el estiaje, la Confederación decide abrir un nuevo plazo de alegaciones de diez días, que terminaba ayer, cuando precisamente presenta alegaciones Adega por primera vez.

La empresa Inca considera que si la Xunta dio el visto bueno a las escalas de peces tal como se presentó, no tiene sentido que la Hidrográfica abra otro proceso de alegaciones. Y aún es menos entendible que lo haga precisamente en los últimos días de julio, para que las alegaciones lleguen a principios de agosto, con la administración parada, y pueda parecer entendible que en todo septiembre no haya tiempo suficiente para estudiar las alegaciones y dar luz verde a la obra.

Escalas para peces

En cuanto a las escalas de peces, no hubo modificaciones sustanciales con respecto a lo que se aprobó en la declaración de impacto ambiental. Solamente la Xunta indicó que se hiciese lo más pegada posible a la orilla para facilitar el acceso de los truchas, pero sin tocar la ribera. La empresa respondió que la haría lo más próxima posible a la orilla y la Xunta lo aprobó. Y aún así, la Confederación abre un período de alegaciones en pleno verano.

Todo en Lugo acaba en juicio

Por desgracia, parece que en Lugo todo tiene que acabar en los juzgados, como va a ocurrir con este asunto. Porque no es de recibo que una obra tramitada, alegada y finalmente aprobada en un proceso de varios años, sea luego paralizada durante otros años, con una escollera en medio del río y unas obras abandonadas, por la simple razón de que diez señores y una pancarta digan que está mal. Resulta que tienen más razón diez señores con su pancarta que decenas de funcionarios y expertos de la administración que fueron concediendo las autorizaciones. ¿Pero qué administración nos rige? Será mejor entonces que nos dirijan diez ecologistas y una pancarta.

No se merecen los lucenses no disfrutar del río otro verano más, ni de la fábrica de la luz que han pagado con sus impuestos. Y por último, ¿tendrán que pagar los lucenses también daños y perjuicios que las empresas implicadas van a reclamar en los juzgados por administraciones que se confunden y rectifican a golpe de pancarta?

Adega se opone a las escalas para peces tal como las aprobó la Xunta y alega sobre aspectos ya aprobados

Las alegaciones presentadas ayer por Adega dicen que las escalas para el ascenso de los peces que autorizó la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, de la Xunta, incumplen la normativa, es decir, la declaración de impacto ambiental aprobada en su día. Considera el colectivo que la Xunta no es lo suficientemente restrictiva y cuidadosa con el río.

Alegan que el tipo de escalas que autoriza la Dirección Xeral de Conservación da Natureza no son las adecuadas ni previstas inicialmente.

También dice Adega que la Xunta permite en la construcción de las ataguías o represas la utilización de tierra en su parte interior, lo cual no debería permitirse por el posible enlodamiento, que puede incluso afectar a los mejillones del Miño, asegura Adega. También dice en su alegación que no se permita la construcción de la ataguía delante de las compuertas del canal mientras no se retire la actual que se encuentra a medio hacer. Por el momento la administración no ordenó retirarla sino legalizarla, pero la burocracia sigue pendiente.

Además, el colectivo Adega argumenta que la construcción de la ataguía paralizada el verano pasado es un nuevo escollo en medio del río y habría que retirarlo antes de nada o volver a iniciar el proceso de impacto ambiental contemplando ese nuevo escollo.

En definitiva, Adega además de alegar a las escalas de peces, ahora también lo hace a numerosos aspectos del pasado que ya no tienen posibilidad de cambio ni es el momento de alegación, pero como no las había realizado en su momento, las incluye en ese documento.

El concello también mantiene el edificio sin entregar tras su rehabilitación

El problema sobre el que se discute todavía en varios reductos de la administración son las obras para reparar el caneiro y limpiar el canal de entrada de agua a la fábrica de la luz. Para eso se necesita construir tres o cuatro escolleras y realizar las obras durante el tiempo de estiaje, en verano. De esta obra se encarga la empresa Inca, concesionaria de la fábrica.

Pero tampoco avanzó por ahora la entrega del edificio a la empresa por parte del Ayuntamiento de Lugo, tras la realización de las obras. El concello acondicionó la fábrica de la luz con fondos públicos y ahora será entregada a Inca a cambio de un canon anual para que explote un generador de corriente, que volverá a producir energía eléctrica como antaño. Además, habrá una parte musealizada para que se pueda comprender como eran los sistemas de producción eléctrica de principios de siglo. El concello todavía no hizo la entrega del edificio, que sigue vallado, y que ya sufrió actos vandálicos en su exterior en varias ocasiones.