El mantenimiento deficiente tiene sin barniz al 90% de los bancos de la capital

Son una parte esencial del mobiliario urbano y una de las más demandadas por los vecinos, lo mismo da que sea en el centro que en la periferia urbana. Los bancos son puntos de descanso y, en no pocos casos, de encuentro para la cháchara. Pero algo le pasa a los bancos de la ciudad que no parecen figurar para el gobierno lucense, y para el personal técnico del Concello, entre las piezas del mobiliario que precisan mantenimiento frecuente. Un recorrido de norte a sur de la capital permite comprobar que la inmensa mayoría precisan un barnizado. Y muchos, labores de reparación.

Hay bancos y bancos. Los hay que se ve que son incómodos, que si te sientas te levantas al momento con los riñones hechos puré, a causa de la deformación de los listones de madera; otros son un peligro para faldas y pantalones, porque alguno de los barrotes o de las tablas del asiento están astillados. A otros les falta alguna pieza; casi todos adolecen de limpieza y barniz.

Lo de la limpieza es evidente en muchos casos. Evidente para todos, menos para el equipo que dirige la alcaldesa Lara Méndez. Quizá es que la alcaldesa, además de viajar más allá de Pedrafita, debe efectuar periódicos viajes urbanos para conocer y reconocer calles y plazas, con sus respectivas piezas de mobiliario. Cómo es posible que en la placita que hay justo delante del INSS haya bancos que, además de sin barniz, están tan sucios que pocos son los que se animan a utilizarlos.

En todas partes de la ciudad hay bancos en mal estado, al menos sin barniz. Ocurre lo mismo en la zona norte que en la sur. Pasa incluso en San Fiz, urbanización muy reciente. Aquí están muy bien, salvo en lo que se refiere al barniz; se ha esfumado. ¿Por qué ocurre esto en tan poco tiempo? Es una pregunta que también tendrá que contestar alguien en el Ayuntamiento con respecto a los bancos instalados en el Carril do Hospital, paralelo a San Marcos. Recién urbanizado, aún es más reciente la instalación de bancos. Y ya han perdido el barniz.

Hace falta un plan de bancos en Lugo, y no precisamente para los que son la más pura representación del capital. El plan necesario es el que suponga la reparación y pintado o barnizado de los bancos. Por cierto, hay una pregunta que nadie responde: por qué son tan escasos en Lugo los que están pintados. Si se quiere color en las fachadas, y a la vista de lo que ocurre en los últimos años, se quiere, por qué no en los bancos. Pero, en todo caso, como en la vieja canción del ministro y la carretera, de Jei Noguerol: señor concelleiro, por favor/ amáñeme o banco.

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