Los ameneiros, heridos de muerte

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

SUSO PENA

La conservación del esta especie, habitual del paisaje de riberas fluviales, está gravemente amenazada

13 jun 2016 . Actualizado a las 07:46 h.

El ameneiro sufre; tanto, que su conservación parece bastante difícil. ¿Habrá que acostumbrarse a que esta especie, propia de riberas fluviales y de lugares de suelo húmedo, vaya convirtiéndose en un recuerdo? No se descarta, sobre todo porque un estudio que promueven la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y el Instituto de Biodiversidade Agraria e Desenvolvemento Rural (Ibader) de la Universidade de Santiago de Compostela está constatando la mala salud de estos árboles.

Pablo Ramil, profesor de la USC en el campus de Lugo y director del Ibader, asegura, citando la situación de las riberas del Miño en Lugo y de otros lugares, que los ameneiros, también llamados amieiros en muchas zonas de Galicia, «han ido muriendo uno tras otro». E incluso agrega un comentario con cifras que supone, más allá del dato en sí, toda una revelación: «Donde había cincuenta o sesenta, quedan tres».

 Cortas «sin ningún sentido»

¿Cómo se ha llegado a esta situación? Ramil subraya que la vegetación de los bosques de ribera están muchas veces afectados por medidas que parecen buscar el cuidado del medio ambiente. «Se cortan sin ningún sentido», afirma. Pone como ejemplo las cortas que en las márgenes fluviales pretenden permitir que llegue más luz a los cauces, y niega que la fauna piscícola necesite tanta luz como a veces se proclama.

Además ataca el modo de cortar, con labores de desbroce que se realizan «de cualquier manera y fuera de época». «Hay cortas que son irracionales», opina Ramil, que destaca, por otro lado, la necesidad de mantener la vegetación de ribera en una comunidad como Galicia, en donde a menudo se emplea purín en las tierras de labor, sobre todo en las relacionadas con la actividad ganadera.

 Un hongo

La presencia de esos árboles frena la llegada de restos de esa sustancia y de otras, herbicidas o pesticidas, a los cauces de los ríos; por otro lado, Ramil recuerda que los bosques de ribera son decisivos para evitar que la tierra acabe llegando a los ríos en épocas de crecidas.

No obstante, hay algo más que descuido o malos cuidados en esta mala salud actual del ameneiro. Una de las variantes del phytophthora, un hongo que ataca con voracidad a plantas arbóreas así como a otros cultivos, es también una de las principales causas de esta situación. Ramil cree que debe de pensarse en conservar y en proteger otras especies también habituales de los márgenes de los ríos, como freixos, bidueiros o salgueiros. Así no solo se mantendrá la vegetación, con las ventajas ambientales que se le suponen a esa medida, sino que se cuidarán además otros aspectos: «En Galicia se están perdiendo valores del patrimonio natural», declara el profesor.