Cáritas denuncia que un empleo no llega para salir de la pobreza en Lugo

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El pasado año atendieron en la diócesis a 6.274 personas, un 6% más que en el 2014

21 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Que la crisis económica no ha terminado lo atestiguan los datos que maneja Cáritas Diocesana de Lugo, que el pasado año atendió a 6.274 personas, un 6% más que en el año 2014. «Estamos en una sociedad cada vez más desigual y esto es vergonzoso», así de claro se expresó el director de Cáritas en Lugo, Ginés Fernández, durante la presentación del informe del pasado ejercicio. Otro dato significativo que puso encima de la mesa: desde que comenzó la crisis, en el 2008, el número de personas atendidas aumentó en un 60%. Y eso que ha bajado de manera significativa el número de inmigrantes en Lugo.

Pero quizás la principal novedad de las cifras que se hicieron públicas es que aunque aparentemente se salga de la crisis, la situación ni mucho menos será como la de hace una década. «Hoy un empleo en Lugo no da seguridad, atendemos a personas con trabajo que no llegan a fin de mes», apuntó Fernández Plaza. Y es que como señalaron los responsables de Cáritas en Lugo, «la precarización de los empleos, la pérdida de derechos laborales, los bajos salarios a cambio de muchas horas de trabajo y la falta de estabilidad y seguridad laboral no sacan a las personas de la pobreza».

Antón Negro, delegado episcopal de Cáritas, recordó que las cifras de desempleo pueden llevar a la confusión, y recordó que en la Encuesta de Población Activa (EPA), que sitúa la tasa en 4,8 millones de españoles, si una persona trabajó una sola hora la semana anterior, ya no se considera un parado.

El salario mínimo interprofesional es de 21,84 euros al día y de 655,20 euros al mes; mientras que la Risga que da la Xunta, que en Lugo recibieron el pasado año 1.799 personas, son 400 euros. Con estos sueldos es difícil atender las necesidades básicas. «Los principales problemas que tienen las familias lucenses que atendemos son los gastos de la vivienda, entre ellos los alquileres», señaló Mónica Yáñez, secretaria general de Cáritas Diocesana. Después de la vivienda, las mayores demandas de los lucenses que acoge Cáritas son ayudas relacionadas con la alimentación, los suministros, el empleo, la salud, la educación y la atención jurídica, «gracias siempre al esfuerzo de los voluntarios y trabajadores». Durante el pasado año, Cáritas Diocesana invirtió 1.475.038,24 euros en la diócesis.

Otra de las consecuencias de la crisis que pusieron de manifiesto es la «caída» de familias que hasta hace poco «vivían en la normalidad. «Los que estaban en el borde de la parte de arriba, fuera de necesidades, se han ido incorporando y ya no llegan a fin de mes», explicó Ginés Fernández, quien apuntó que había familias «que nunca pensaron verse en esta situación, con deudas, paro y aguantando con las ayudas de su entorno familiar, pero eso tiene un límite, y acaban en Cáritas».