Más de cien edificios en mal estado en el casco viejo

Enrique Gómez Souto
Enrique G. Souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Lugonovo reclama un plan municipal para intervenir en los inmuebles que ofrecen peligro

13 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En Lugonovo están alarmados ante el deterioro en que se encuentran numerosos edificios del casco histórico de la capital y el riesgo que, a juicio de sus concejales, entrañan algunos de ellos para los peatones. Esta organización pidió información en el Ayuntamiento sobre cuántos están en mal estado, desde los que se encuentran en ruina a aquellos sobre los que pesan órdenes de ejecución de obras por distintos motivos, y la lista que les fue facilitada supera ampliamente las cien unidades.

Ante esta situación, Lugonovo, que tiene por portavoz a Santiago Fernández Rocha, demanda del gobierno lucense, presidido por la socialista Lara Méndez, un plan de intervención del Concello en aquellos edificios que entrañen algún tipo de riesgo para los peatones.

En la relación facilitada a Lugonovo, figuran algunos inmuebles en los que ya se ha intervenido y que están total o parcialmente rehabilitados. Como no podía ser de otro modo aparece alguno de los edificios en ruina más conocidos por la atención que sobre ellos tienen puestos algunos grupos políticos. En el caso de Lugonovo, uno de ellos es el número 48 de la Ronda da Muralla. Tras ocho multas coercitivas, los propietarios todavía no han dado paso alguno para consolidar los elementos que ofrecen más riesgo. Ante esta situación, el portavoz del gobierno local, Miguel Fernández, señaló hace una semana que el Ayuntamiento estudia qué hacer. No descarta la posibilidad de proceder al embargo.

En la lista facilitada al grupo Lugonovo figuran edificios en mal estado en todas las zonas del casco histórico y de su zona de influencia.

Todos los grupos municipales que conforman la oposición han solicitado, en un momento u otro, más atención del Concello a la exigencia a los propietarios de inmuebles en mal estado para que adopten las medidas necesarias para su acondicionamiento. Sin embargo, el Concello tropieza con problemas de falta de personal y una legislación altamente garantista que dificulta la intervención directa.