Con las credenciales selladas por el deán de la catedral, Mario Vázquez, el grupo de peregrinos que caminan a Santiago para promocionar el Camiño Primitivo, con salida de la capital lucense, iniciaron su primera etapa. En la basílica visitaron la capilla de la Virxe dos Ollos Grandes, patrona de Lugo, donde rezaron una salve y en la sacristía, donde Vázquez colocó los primeros sellos, rezaron la oración del peregrino.
El grupo, formado por una treintena de personas, enfiló por la Tinería, con unas calles extremadamente limpias y bajó por O Carme. Este trayecto también estaba libre de maleza y resultaba muy fácil transitar por él. Una vez en el puente romano la alcaldesa, Lara Méndez, se despidió de los peregrinos. Con ella se marcharon otras personas.
De los 30 peregrinos y acompañantes iniciales siguieron camino 16 personas. Entre ellas se encontraban el subdelegado, Ramón Carballo; la diputada socialista, Margarita Pérez Herráiz; la delegada territorial, Raquel Arias; el presidente de Lugo Monumental, David Fernández; el ex presidente, Luis Latorre y Manuel Fernández, también miembro de la directiva de esta asociación, que fue la que tomó la iniciativa en las credenciales con las que caminan a Santiago.
Primera parada
La primera parada para descansar fue sobre las dos de las tarde, en San Román da Retorta, que está considerado el final de etapa. En este punto varios de los caminantes optaron por volver a Lugo para cumplir con sus obligaciones. Posiblemente se incorporarán de nuevo para la entrada en Santiago.
Los primeros 27 kilómetros son casi todo el trayecto por asfalto. Los caminantes sugirieron la necesidad de que se habiliten rutas alternativas por corredoiras naturales y senderos antiguos que quedaron en desuso y que son más llevaderos para el caminante, menos peligrosos y que suponen un contacto mucho más directo con la naturaleza. La idea unánime es que el Camiño Primitivo ganaría potencial.
Señalizado y reparado
En esta primera etapa los peregrinos constataron que las indicaciones del Camiño Primitivo están recién colocadas y que el firme ha sido objeto de algunas reparaciones, a la espera de la llegada de peregrinos, cuya presencia se empieza a incrementar en la Semana Santa.
El grupo, que llegará a Compostela el domingo, ya llevaba ayer tres sellos en la credencial, El primero, de la Catedral de Lugo, se lo colocó el deán en la sacristía; el segundo lo consiguieron en el albergue público de San Román da Retorta y el tercero en Ponte Ferreira. No pudieron llevarse el de la iglesia porque todavía no comenzó la temporada de contratos de personal para atenderlas.
El grupo lucense no se encontró en el Camiño con otros peregrinos en dirección a Compostela. En los albergues les comentaron que desde que el Camiño Primitivo es Patrimonio de la Humanidad aumentaron considerablemente en número. De hecho, se están preparando nuevas instalaciones para acomodarlos.
Los caminantes tienen previsto madrugar para iniciar la etapa de hoy en Ponte Ferreira, Palas, donde pasaron la noche. A las ocho de la mañana se comprometieron a estar todos listos para empezar a recorrer los 27 kilómetros que les quedan para Melide. El grupo prefirió repartir mejor el trayecto de estos dos tramos desiguales del Camiño Primitivo y, en lugar de pasar la noche en San Román da Retorta, siguieron el ejemplo de otros peregrinos que optaron por hacer siete kilómetros más para que el segundo día de peregrinación sea más llevadero. A Compostela tienen previsto llegar el domingo de Ramos, sobre el mediodía. Acudirán a la Catedral para entregar las credenciales selladas y obtener las compostelas.