La fiscalía dice que el culebrón del yate de la esposa de Dorribo debe acabar

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El Mansoor está generando una gran polémica judicial después de haber sido precintado.
El Mansoor está generando una gran polémica judicial después de haber sido precintado.

El Ministerio Público asegura que la embarcación ha de ser devuelta inmediatamente a Aveline Fernández

15 ene 2016 . Actualizado a las 10:30 h.

El culebrón del Mansoor, la embarcación de lujo, propiedad de Aveline Fernández, la esposa de Jorge Dorribo sigue. Vigilancia Aduanera, que tiene el yate bajo custodia desde que estalló la operación Campeón, no quiere soltarlo ni que aunque venga una flota de submarinos rusos. Y eso que tiene informes del juzgado que dice que la polémica embarcación no tiene precinto alguno. Y mientras tanto, la dueña y su abogado siguen una batalla, pero a base de escritos de reclamación.

Una de las últimas en pronunciarse, sobre lo que en su día fue un lujoso yate con el que la familia Dorribo surcaba las atlánticas aguas de las Rías Baixas, fue la fiscala de la operación, María Vázquez Gómez. Es clara: «Debe procederse a la inmediata restitución del buque». Pero las veces que Aveline Fernández y su letrado fueron a Aduanas a A Coruña en su busca, les dijeron que, de eso nada; que no hay entrega.

«La Fiscalía no formuló ningún tipo de acusación contra la solicitante (la esposa de Dorribo) ni ha solicitado la adopción de ningún tipo de medida cautelar respecto de su persona o bienes, por lo que debe procederse a la inmediata restitución del buque», destaca la fiscala en un escrito dirigido al juzgado.

Y el ahora juez de la Campeón, Sergio Orduña Alonso, ha tenido que intervenir nuevamente en el culebrón. Lo hizo recordando en una providencia que reitera lo que ya dijo el 6 de noviembre de 2015.

«No ha lugar a dictar resolución alguna sobre el fondo del asunto, toda vez que no se ha acordado por parte de este juzgado precinto o ni depósito alguno sobre dicha embarcación y, por lo tanto, no es una cuestión a resolver en el ámbito de este procedimiento», advierte el magistrado en su providencia. Además, ordena que el contenido de la misma sea puesto en conocimiento de la Unidad de Vigilancia Aduanera a la que le será enviada una copia. Pero así estamos desde hace ya varios meses, recordó ayer una persona próxima a Aveline.

La esposa de Dorribo quiso dejar muy claro ayer que el barco era suyo, que no estaba imputada y, por lo tanto, reclama algo que le corresponde única y exclusivamente a ella, que nada tiene que ver con la operación Campeón. Y destacó, además, que son totalmente erradas las informaciones que apuntan a que el barco lo compró su marido y se lo regaló a ella.

Para Aveline Fernández no son de su agrado las informaciones referentes a la embarcación y a ella porque, asegura, carecen de interés informativo general.

Lo que la propietaria del barco quiere es que se lo devuelvan en el estado en el que se lo quitaron en junio de 2011. Ese mes se encontraba amarrado en su puerto base de Vilagarcía. Pero ahora pueden surgir problemas serios. Resulta que la embarcación fue metida en un almacén y, al parecer, ya no tiene todo el material que en su momento contenía en el interior. Pero es que, además, quienes estos años se encargaron de la custodia de la polémica embarcación, dicen que no lo sueltan si no les pagan 150.000 euros. Esa es la cantidad en la que cifran los gastos de la custodia.

El Ford Mustang

El juez de la Campeón acordó levantar la prohibición de enajenación de varios vehículos acordada en el mes de junio de 2011. Se trata de un todo terreno Ford Flex AWD, un Ford Mustang Shelby GT 500 y un Alfa Romeo GT. Todos ellos estaban registrados en su momento a nombre de Dorribo o personas relacionadas con él.

Con el paso del tiempo, esos vehículos pasaron a ser propiedad del Banco de Santander, toda vez que se resolvieron los contratos de leasing en el concurso de acreedores de la entidad Laboratorios Asociados Nupel que fue seguida en el Mercantil de Lugo.