Caos diario de tráfico al permitir la policía la doble fila en zonas escolares

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

A las 9, a las 2, y a las 6, Ramón Ferreiro la doble fila es algo habitual.
A las 9, a las 2, y a las 6, Ramón Ferreiro la doble fila es algo habitual. óscar cela< / span>

Colapsos en Ramón Ferreiro, Rodríguez Mourelo y la Rúa Santiago

13 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Atravesar la avenida Ramón Ferreiro o la calle Santiago a determinadas horas del día se ha convertido un auténtico suplicio para centenares de automovilistas lucenses. En cualquiera de los casos puede llevar hasta un cuarto de hora como consecuencia del descontrol más absoluto de tráfico en los momentos en los que los estudiantes salen de los centros educativos situados en esas zonas. Decenas de coches están aparcados todos los días en doble fila, interrumpiendo incluso el paso del transporte urbano, sin que la Policía Local haga frente a esta situación que causa dificultades a los conductores.

A mayores del problema de los aparcamientos en doble fila en el tramo de Ramón Ferreiro que va desde el hotel hasta el final del vial, se produce otra situación que provoca un gran caos circulatorio: es como están regularizados los semáforos. Algunos dejan en las horas punta escaso margen de tiempo para pasar con lo que se forman colas interminables a las que ningún responsable municipal en cuestión de tráfico pone ningún tipo de solución.

La zona cero del caos monumental de tráfico en Lugo afecta todos los días a la avenida de Ramón Ferreiro en los dos sentidos de circulación: a la calle Santiago, también en los dos sentidos y a la calle Armando Durán que se convierte en un auténtico embudo, por la dificultad que supone acceder a Pintor Corredoira, en el que casi todos los días, a partir de las dos de la tarde, quedan atrapados decenas de conductores.

No hay vigilancia

A pesar de los problemas que padecen los automovilistas que utilizan estas vías, la presencia de la Policía Local en algunas de ellas es totalmente nula. Por ejemplo, no hay nunca un agente encargado de evitar el bloqueo de Armando Durán. Los automovilistas han de arreglárselas para llegar a posicionarse en los dos carriles que tiene Pintor Corredoira tiene ante el semáforo que regula el cruce con República Argentina. Cuando está saturado el que distribuye el tráfico hacia el pabellón de los deportes, los vehículos que necesitan quedarse en el carril central para ir hacia Magoi y Fingoi, no pueden entrar en la calle. El caos es monumental a partir de las dos de la tarde. No hay nunca ningún policía para acabar con el problema.

Tampoco es destinado ningún agente para resolver la larga cola que se forma en la avenida Rodríguez Mourelo para llegar a Ramón Ferreiro. Además, solo algunos días hay policías que solventan mínimamente el caos que se produce esta avenida como consecuencia de los aparcamientos en doble fila que realizan quienes van a recoger estudiantes a los centros. La filosofía de muchos padres es que sus hijos no caminen; que salgan de las aulas y entren directamente en el coche.

Sí hay control frecuentemente en la zona de las Josefinas, sin embargo eso no evita las grandes retenciones en los dos sentidos.

Otro punto en el que no hay vigilancia alguna y a mayores permiten que los conductores obstaculicen el tráfico casi todas las tardes es en las proximidades de la escuelas de idiomas y de Música.