Los efectos del encuentro etílico son fácilmente visibles en el callejón existente entre el edificio del vicerrectorado y el monumento
25 jul 2015 . Actualizado a las 13:19 h.El botellón nocturno es otra amenaza más para la maltrecha Muralla de Lugo. Los efectos del encuentro etílico son fácilmente visibles en el callejón existente entre el edificio del vicerrectorado y el monumento. Ese es últimamente uno de los puntos de encuentro de jóvenes que aprovechan el casi fantasmagórico lugar sin apenas viviendas habitadas. Personas que transitan habitualmente por el adarve denunciaron que son arrojadas frecuentemente botellas contra las paredes del monumento y también incluso al paseo superior.
Ayer, la zona mostraba botellas de cristal, muchas de ellas rotas, que fueron dejadas en el lugar. Algún residente baldea habitualmente la calle por la falta de limpieza. El callejón está totalmente abandonado. Además, parece que los asistentes al botellón causaron destrozos en cierres alguno de los cuales puede caer algún día sobre alguna persona. Varias personas denunciaron falta de vigilancia.