El contrato de Castiñeira tiene 10 cláusulas

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Castiñeira dijo que su palabra es un contrato y escenificó la firma de su decálogo de propuestas.
Castiñeira dijo que su palabra es un contrato y escenificó la firma de su decálogo de propuestas. kike< / span>

Está convencido de que para Orozco estas elecciones son un pasaporte al Senado

08 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las campañas, todas las campañas, son una cruz en la que los candidatos expían por anticipado el pecado del incumplimiento de promesas. El PP lleva toda la precampaña cargando, como si de una cruz se tratase, con las planchas de metacrilato en las que le dice a los ciudadanos que merecen un Lugo mellor. Ayer, el PP se llevó el metacrilato a O Castiñeiro, para que su cabeza de lista, Castiñeira, pusiese su firma en el decálogo de propuestas que hace a los lucenses y que convierte en un contrato firme en el que se obliga a no aspirar a la reelección si al final del mandato no cumple el 90% de lo prometido. Sabe que las promesas de los políticos tienen credibilidad muy limitada. Por eso, además de la firma, da su palabra de que cumplirá. «A min ensinoume me pai que, cando un home da a súa palabra, firma un contrato», declaró.

Ayer, el PP llegó a O Castiñeiro con el metacrilato descompuesto; por un lado, las bases sobre las que se soporta, y, por otro, lo soportado, que es la plancha en la que el PP le dice a cada lucense: Mereces un Lugo mellor. Los que cargaron con la cruz popular, al menos a esa hora del día (las 11.30), fueron los concejales y candidatos Ameijide y Trabada. Situado el cartel, se situó el aspirante a la alcaldía y con él los miembros de su lista que participaron en el acto de firma del contrato, del decálogo popular, vaya.

Jaime Castiñeira insistió: si es elegido alcalde y al final del mandato no ha cumplido el 90% de lo recogido en los diez puntos claves de sus propuestas en estas elecciones no se presentará a la reelección. «Non merecería volver a ser alcalde se non cumpro a palabra que lles din aos lucenses». El aspirante popular a la alcaldía es consciente de que «nestes momentos a credibilidade dos políticos é a que é», que es un modo de decir que es muy poca a la manera de Iglesias Corral y su «aquí pasou o que pasou».

¿Por qué Castiñeira eligió O Castiñeiro para firmar su contrato con los lucenses? Porque allí se siente «nunha parte do Lugo real que merece ser mellor». Lo dijo sin subirse al taburete que está dispuesto a utilizar para sus mítines callejeros; parece que empezará a usar esta fórmula después de concluido el maratón de visitas a empresas que tiene programado para hoy.

Desde O Castiñeiro, Castiñeira se mostró convencido de que el socialista Orozco no será el próximo alcalde de Lugo, aunque el PSOE tenga la posibilidad de conseguirla. «É un pacto que fixo con Besteiro». Un pacto que Castiñeira cree que incluye que Orozco «ao día seguinte sairá correndo para o Senado».

partido popular la batalla de la credibilidad