La madre de un interno de Bonxe que falleció plantea denuncias penales

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Instituciones Penitenciarias dice que el recluso no estaba enfermo en prisión

05 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La madre de Antonio Pena Luaces, fallecido el 3 de agosto de 2011 en el Hospital Xeral de Lugo durante un permiso carcelario, estudia la interposición de varias denuncias de carácter penal contra personal de la penitenciaría de Bonxe. Así lo manifestó ayer Teresa Luaces, después de haber conocido hace unos días un informe de Instituciones Penitenciarias que indica que su hijo no se encontraba enfermo en la prisión. La afectada, sin embargo, considera que Antonio no fue tratado debidamente por parte de los servicios médicos y se a

Las demandas penales que estudia interponer afectarían a la dirección del centro, una trabajadora social, un jefe de servicio y a los servicios médicos, según explicó. Considera que todos tuvieron algo que ver con el hecho de que su hijo no hubiese recibido el tratamiento adecuado en el centro penitenciario lo que desencadenó su muerte al poco tiempo de salir de permiso.

En su momento, el asunto llegó al juzgado de Instrucción número 1 de Lugo que en su momento imputó al jefe de los servicios médicos del centro en el momento de producirse los hechos. Como quiera que el facultativo falleció en agosto de 2013, la jueza Pilar de Lara declaró extinguida la responsabilidad criminal de este por los presuntos delitos de falsedad documental, omisión del deber de prestar socorro y homicidio imprudente. Sin embargo dejó la puerta abierta a la acción civil contra los herederos y causahabientes del fallecido, así como la responsabilidad patrimonial del Estado.

El interno falleció como consecuencia de una pancreatitis aguda que, supuestamente, fue confundida en la prisión con una gastroenteritis. Los familiares recogieron a Antonio Pena Luaces en las puertas de la prisión de Bonxe el 27 de julio de 2011. Le habían concedido un permiso penitenciario. Lo encontraron en un estado de salud totalmente deplorable y ese mismo día, pasadas las ocho de la tarde, tuvo que ser recogido por una ambulancia para ser trasladado al hospital. El paciente solo pudo aguantar unos días más. Falleció, según recuerda su madre, el 3 de agosto.

Teresa Luaces no duda de que hubo una mala atención médica a su hijo en la prisión. En este sentido recuerda que una pancreatitis no aparece de un día para otro. En este sentido, la jueza que imputó al que era jefe de los servicios médicos hace referencia a las declaraciones efectuadas por otros médicos a los que llamó en calidad de testigos. Uno de ellos explicó que, desde que se inicia la pancreatitis con dolor hasta que se generan los síntomas más graves, desde las sospechas de presencia de la enfermedad, las primeras 72 o 96 horas de tratamiento son vitales. Los facultativos le contaron a la jueza que la detección era fundamental, pero le aclararon que no era una cuestión fácil. De todos modos una de las médicas que declaró dijo que existe un síntoma diferencial con la gastroenteritis que es la dificultad respiratoria que pueda presentar el paciente.

La madre del fallecido recordó, amparándose, en lo expuesto por la jueza en un auto, que aún en la prisión sospechando de que el enfermo pudiera tener gastroenteritis, debería haber sido remitido por los servicios médicos al centro hospitalario lucense. En ese sentido una de las testigos que declaró advirtió a la jueza que, si un paciente aquejado de gastroenteritis no mejora en cinco días sería necesario realizarle analíticas y llevarlo al hospital .

La madre del fallecido, en una comunicación enviada por su abogado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, advierte que el auto de la jueza es totalmente contradictorio con lo expuesto por el equipo médico de prisiones y a las manifestaciones contenidas en el procedimiento penal que recoge la gravedad de las dolencias que ya padecía el interno antes de salir de permiso.

«Dada la posible gravedad o posibles implicaciones que en vía penal podrían tener las manifestaciones de dicho equipo médico, esta tarde entiende que se debe requerir al Juzgado de Instrucción número 1 para que envíe copia de todo lo actuado y que dicho equipo manifieste si se reitera en las declaraciones que han prestado en su día o se desdigan de las mismas», indica el abogado en el escrito que hace unos días envió a la sede de la Dirección General de Instituciones en Madrid.

El fallecido tenía pancreatitis y lo trataron como si fuera una gastroenteritis