«Me hubiera gustado cobrar el IBI a la Iglesia por bienes que dan rendimientos»

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Sonia Méndez pilotó la gestión del Plan Urban.
Sonia Méndez pilotó la gestión del Plan Urban. óscar cela< / span>

Méndez destaca que pese a la crisis el Concello no cerró servicios ni instalaciones

27 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tenía 26 años cuando en el 2001 se hizo cargo de la jefatura de gabinete del alcalde López Orozco. En el 2007 Sonia Méndez figuró en la candidatura del PSOE y desde entonces formó parte de los sucesivos gobiernos presididos por Orozco. Madre de dos hijos decidió hacer un alto en el ejercicio de la política institucional para enfilar la aventura de ejercer la abogacía desde su propio despacho. A pocas semanas ya de abandonar la corporación municipal, reconoce que le hubiera gustado conseguir «unas ordenanzas fiscales aún más progresivas, establecer mayores bonificaciones en los tributos locales a los ciudadanos con menos recursos». «La ley de haciendas locales nos impidió hacer una reforma fiscal más amplia; por eso queremos cambios en esa ley», señala.

-¿Qué opinión le merece como concejala socialista responsable de Economía que la iglesia no pague el IBI por algunos bienes?

-Es otra de las cosas que me hubiera gustado poder cambiar, me hubiera gustado poder cobrar el IBI a la Iglesia por los bienes inmuebles por los que obtiene rendimientos. Pero gana las sentencias en función de los acuerdos del Estado con el Vaticano. Por eso quiere reivindicar una vez más que se modifiquen la ley de haciendas locales y los acuerdos con el Vaticano.

-La oposición dice con frecuencia que falta una adecuada inspección de los servicios municipales. También es una sensación extendida en la calle. ¿Es así?

-En esa materia, los socialistas sentamos las bases para mejorar las cosas. Se reforzó. Para ello vinculamos el control de las concesiones a la Intervención municipal, para que, en la parte económica, estuviese bien amarrado. A cada servicio con concesión se le asigna un responsable, un funcionario, por decreto. Es verdad que los recursos humanos disponibles son los que son y no siempre resultan suficientes. Creo que, con limitaciones debidas en parte a la imposibilidad legal de contratar más personal, es una buena organización.

-¿Qué destacaría de su gestión en Economía?

-Por un lado, la reducción de la deuda del Concello con los bancos. En 1999, la deuda era de 54 millones, de ellos 46 a largo plazo y más de 8 a corto. Había préstamos a corto porque el Ayuntamiento de Lugo venía arrastrando problemas de liquidez. Desde el 2007 se dejó de recurrir a los créditos a corto plazo. La deuda municipal ahora mismo es de 23 millones. Es de destacar que algún año fuimos el ayuntamiento que más deuda amortizó. Por otro lado, se hizo mucho hincapié en la mejora de los pagos a los proveedores, porque la situación así lo requería. También destacaría el trabajo que se hizo con el Plan Urban y que se puso a pleno rendimiento el centro municipal de empresas e innovación.

-A usted le tocó gestionar la economía en los años de la crisis...

-Sí, la crisis empezaba cuando yo llegué a la concejalía. Hubo que trabajar de manera distinta, porque hubo una caída muy importante de los ingresos debido al parón en el sector de la construcción. Hubo que bajar el presupuesto municipal. El gran cambio vino dado por la necesidad de hacer lo mismo con menos recursos. Y se logró. Ahí están los datos de la economía municipal y el hecho de que no se cerraron servicios ni instalaciones.