El incombustible Orozco chamusca a Jaime Castiñeira

Miguel Cabana
Miguel Cabana OPINIÓN

LUGO CIUDAD

Es curioso que la oposición sea más castigada que quien lleva tanto tiempo en el poder

26 abr 2015 . Actualizado a las 08:58 h.

El PP parece condenado a no desbancar a Orozco de la alcaldía de Lugo, aunque el profesor socialista lleve quince años gobernando, y no tenga ni la mitad de iniciativas que en el primer y segundo mandato. A pesar de sus imputaciones judiciales y de la rutina de tantos años, Orozco casi no baja en intención de voto, mientras la lista del PP pierde un 7%. Si esa lista popular tiene prácticamente las mismas caras que en el pasado mandato, empezando por Jaime Castiñeira, todo parece indicar que sus electores le están castigando. Bien sea por las personas o por la forma de ejercer la oposición, pero resulta curioso que pierda más votos quien puede proponer y fustigar desde la oposición que quien tiene que gobernar tantos años seguidos.

Podrían objetar los populares que la tendencia del partido está en caída en todas partes, y que en unos hipotéticos comicios generales que se celebrasen ahora, el partido de la gaviota pasaría de tener el 50% de los votos lucenses a solo el 30%. Pero la tendencia del partido a nivel nacional también es mala para el PSOE y sin embargo Orozco aguanta.

En el PP de Lugo son conscientes de que hay parte de su electorado que no conecta con ellos y se va a inclinar por Ciudadanos, como chaqueta de parecido color. Y esa podría ser una esperanza para el PP: que el partido de Albert Ribera obtuviese dos ediles con los que poder alcanzar los trece suficientes para formar gobierno. Pero según la encuesta de Sondaxe, Ciudadanos no pasaría de uno, y además parece empezar a consolidarse la teoría de que aunque los consiguiesen, no apoyarían al PP, porque así se lo están pidiendo personas de derechas, que quieren utilizar a Ciudadanos para darle una bofetada al PP, y no una palanca para gobernar.

A falta de un mes para las elecciones, queda por ver cuanto puede hurgar Castiñeira en las heridas del Orozco, que parece la única posibilidad de que el gobierno pudiese dar un vuelco. Y las heridas de Orozco son aquellas en donde los ciudadanos le suspenden duramente: la ORA, el tráfico y los impuestos. De los aparcamientos de pago no hace falta hablar: un sistema ilegalizado por sentencia que sigue explotando nada menos que el grupo Vendex, que supuestamente engrasaba con sobres a media Galicia. Del tráfico poco hay que decir: hay que esperar y se llega cuando se puede. Y de las impuestos, basta recordar el ejemplo de la tasa de terrazas que Lugo Monumental le citó ayer al alcalde: en Vigo se paga a 5 euros metro y en Lugo, a 50.

Veremos si el PP resulta creíble en campaña con esos órdagos de que si gobierna anularía la ORA y otros similares. Porque hay que tener en cuenta que la oposición está valorada con 3,66 puntos sobre 10, frente a un 4,60 del gobierno. Y eso no va a ser fácil de cambiar en un mes de campaña.