Reciben en el Obispado a vecinos de Bazar que reclaman su parte en la expropiación de la rectoral
LUGO CIUDAD
Fueron recibidos por el responsable de bienes inmuebles
11 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El responsable de bienes inmuebles del Obispado de Lugo, Miguel Gómez, se reunió ayer por la mañana con un grupo de vecinos de la parroquia de Bazar, entre los que se encontraba el pedáneo, Julio Iglesias. El motivo de la reunión era reclamar de la Diócesis un porcentaje del dinero que cobró por la expropiación de la rectoral y de la finca del cura, afectadas por las obras de la A-54.
Gómez instó a los vecinos, según fuentes de Unións Agrarias, que los apoya en esta reivindicación, a que canalizaran cualquier reclamación a través del cura de la parroquia, que él daría traslado al Obispado. Los afectados acordaron presentar un proyecto que redunde en beneficio de los habitantes de la parroquia para que lo costee el Obispado. «Non tivemos contestación positiva nin negativa de que sería aprobado», señalaron fuentes de la comisión que se entrevistó con Gómez.
Los afectados recordaron que cuando la rectoral iba a ser expropiada se pusieron en contacto con el cura de la parroquia para recordarle que los terrenos fueron cedidos por los vecinos y que algunos de ellos todavía conservan escrituras del monte, a nombre de los propietarios originales. Le expusieron que consideraban que legítimamente les correspondía parte del dinero. Según ellos, el cura les indicó que tendrían que dirigirse al Obispado.
Según la misma versión, en el año 2009, cuando pagaron el depósito previo, volvieron al Obispado para reclamarle una parte. Nuevamente les volvieron a remitir al cura, que tenía plenos poderes para actuar en el proceso expropiatorio y para cobrar. El cura, según los feligreses, les comento que algo les iba a dar.
Tres cambios del trazado
Los vecinos recordaron que el trazado inicial de la A-54 no afectaba a ninguna casa de Bazar y discurría a 200 metros de la parroquia. El segundo suponía la expropiación de la rectoral y el tercero y definitivo ya incluyó la finca del cura también. Dejó también una vivienda a 15 metros de la autovía, a la que le colocaron un muro antirruido que es más bajo que el instalado unos metros más adelante, donde no hay viviendas. En este caso la altura es de 10 metros, en tanto que en el edificio no supera los 5.
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